DCLM.ES · OPINIONES · César Ortega
03.07.2016
Los genios de la comunicación del PP o cómo ganar unas elecciones en tres pasos
Por César Ortega
Hace una semana se celebraron elecciones en España. En estos siete días, muchos analistas han ofrecido sus particulares visiones sobre los resultados. Esta es una más, la de un periodista que lleva muchos años conviviendo de cerca con los políticos y la política. Eso te permite constatar hechos y suponer otros que en todo caso no resultan muy descabellados. Hay, sin duda, unos ganadores: el equipo que ha trabajado con el Partido Popular en el diseño de su campaña permanente, llámese política de comunicación o de manipulación. En los dos casos, han contado con innumerables medios de comunicación a su servicio. Ante este equipo hay que quitarse el sombrero: ¡Chapeau!Partía el PP con la enorme desventaja de un Rajoy amortizado por la corrupción incesante, con un solo as en su manga, la supuesta mejoría de la situación económica, en realidad otra maniobra de trileros: más deuda, jóvenes sin empleo, tirar de la hucha de las pensiones...ninguna alegría, ninguna eficacia.
Si no hubieran nacido los partidos emergentes, el recambio natural del bipartidismo habría sido el PSOE. Pero la situación cambió. Y era preciso diseñar una nueva estrategia que el equipo de comunicación del PP fue adaptando a sus necesidades, demostrando un perfecto conocimiento del terreno y su poder absoluto sobre los medios de comunicación de influencia; sobre todo, poder total en los medios a los que habían engordado para que ejercieran la máxima proyección sobre los ciudadanos.
PRIMER PASO: EN LA GUERRA HAY QUE ABATIR AL ENEMIGOEl primer enemigo a batir era Pedro Sánchez, el gran fichaje del PSOE, un líder atractivo que podía convertirse en carismático, dotado de una buena preparación y oratoria. Había que ponerle un traje, colgarle un sambenito, en eso ya tenían sobrada experiencia. Antes de las primeras elecciones esa fue la tarea primordial porque se trataba del enemigo más peligroso. En la batalla, el PP contó con los nuevos partidos emergentes como aliados: todos contra Pedro Sánchez. Había que hacer bromas sobre él, borrar su imagen, la consigna era destruir su perfil en todas las tertulias. El PSOE contribuyó en esta tarea porque cayó en una trampa de principiantes y lo que eran diferencias de criterios se amplificó en los medios para convertirse en una guerra interna y el célebre "si no le quieren los suyos...". La siembra iba dando sus frutos y pronto una gran porcion de la opinión pública empezó a vender también la mala imagen de Pedro Sánchez que, sin un criterio lógico ni claro, se extendió como la pólvora. En esta tarea aportó una preciosa colaboración Susana Díaz con sus órdagos al sol y algunos barones que aún no se daban cuenta: cada vez que abrían la boca, sus palabras se convertían en un titular contra Sánchez. Contra el PSOE.
SEGUNDO PASO: LA TRAICIÓN DE CIUDADANOS Y HACER CRECER A PODEMOSUna vez conseguida ya la primera derrota, el deterioro de la imagen de Sánchez, el PP se encontró con un regalo. Muchos de sus antiguos votantes se habían marchado a Ciudadanos porque estaban avergonzados con la corrupción, los juzgados, las tramas, la cárcel, el dinero negro. Eran fieles al PP, no les gustaba el líder del PSOE y en las elecciones del 20D votaron a Ciudadanos pensando siempre que pactaría con Rajoy. Pero no fue así. El intento de Sánchez y Rivera de formar gobierno sentó muy mal a los votantes que consideraban a Ciudadanos la marca limpia del PP y no soportaban ya a Sánchez ni al PSOE. Se sintieron traicionados. Podemos pudo haber apoyado la creación de un gobierno de izquierdas, pero apareció en el horizonte el caramelo de su coalición con Izquierda Unida y se abrió el telón a unas segundas elecciones en las que Iglesias soñaba ya con la presidencia. Sin olvidarse nunca del deterioro de la imagen de Sánchez, el brillante equipo de comunicación (o de manipulación) del PP comenzó a jugar con las encuestas, el famoso sorpasso. Descubrieron que debían apoyar a Unidos-Podemos, llevar a Pablo Iglesias al cielo para luego también destruirle.
TERCER PASO: DESTRUIR A UNIDOS PODEMOS O LA MODERACIÓNTodas las encuestas garantizaban el sorpasso y la posibilidad de un gobierno de izquierdas. Pablo Iglesias cometió varios errores porque ya se veía presidente con el apoyo de sus fraternales amigos de la cal viva. Dio varios volantazos a su ideología, parecía otro principiante que vende la piel del oso mientras el equipo de manipulación (o de comunicación) del PP preparaba la siguiente maniobra, ya definitiva. Muertos Sánchez y Rivera o al menos muy deteriorados, había que bajar ahora los humos a Iglesias. El voto final de los ingleses a favor del Brexit cayó del cielo como una excelente noticia. Europa se desestabilizaba y en España iba a gobernar un tipo con coleta. Los demás hablaban de un cambio que ya nadie quería, virgencita, mientras el PP comenzó a lanzar su mensaje apelando al voto moderado.
Muertos ya todos los enemigos, solo cabía esperar la recolección de votos en el campo de batalla. En España no han emergido, o no se ha permitido que emergieran líderes brillantes, sólidos, esos que arrastran oleadas de votos por su enorme carisma y su indudable preparación. Todos los presidentes han llegado porque han destruido al que estaba en el poder. Ahora la maniobra se ha repetido pero esta vez ha sido el partido en el gobierno quien ha destruido la imagen de todos sus adversarios. Por eso los votantes del PP se indignan cuando les dicen que han legitimado la corrupción y dicen: ¡cómo serían los otros!
César Ortega
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