El embrollo del vertedero privado en Guadalajara

Lo primero que hay que decir es que no se trata de un vertedero en el peor sentido de la palabra sino de una moderna planta de reciclado de materia no peligrosa, procedente de industrias como vidrio, hierro o madera. Pero es lógico que un vertedero levante pronto adversarios entre la población cercana a su instalación, sobre todo si la campaña se impulsa por los Ayuntamientos que, sin embargo, no presentaron una sola alegación en su contra cuando se abrió el plazo correspondiente. Solo Ecologistas en Acción mantiene hoy sus objeciones, como la existencia de un nido de águila imperial ibérica a un kilómetro de la zona. Se trata de un proyecto absolutamente privado, ni municipal, ni de la Junta, en el que algunos alcaldes han visto y no piensan soltar un filón de irresponsable aprovechamiento político. Si se cumple toda la normativa, sería una ilegalidad no concederle permiso. Pero ya se han recogido seis mil firmas en su contra.

YUNQUERA, FONTANAR Y MÁLAGA DEL FRESNO

Tres ayuntamientos de la provincia de Guadalajara, Yunquera de Henares, Fontanar y Málaga del Fresno, abanderan estos días la oposición a la construcción de una planta para el tratamiento de residuos industriales no peligrosos, a través de diversas protestas y la recogida de firmas en las redes sociales. Lo primero que llama la atención es que ninguno de estos tres ayuntamientos presentó una sola alegación contra al proyecto cuando se habilitó el plazo de 30 días hábiles a partir del 3 de octubre de 2018. Solo Ecologistas en Acción y otros grupos medioambientales más pequeños presentaron alegaciones que aún se mantienen en estudio, una de ellas ese anidamiento a un kilómetro de una pareja de águilas imperiales ibéricas.

A la actual corporación de Guadalajara, con su alcalde socialista Alberto Rojo, le ha llegado heredado el proyecto que se inició en 2008 cuando la empresa privada Cespa inició el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental para la construcción y explotación de “un complejo medioambiental para el tratamiento y gestión de residuos industriales no peligrosos”, en suelo de Guadalajara.

El alcalde actual, Alberto Rojo, ha recordado que aquel Ayuntamiento del PP tampoco presentó alegaciones contra la construcción de este centro de residuos y, ha añadido, que se trata de “una iniciativa privada, no promovida por el Consistorio, en suelo privado y con financiación privada”.

UN POCO DE HISTORIA: EL VERTEDERO MUNICIPAL

Tenemos que remontarnos al año 2001, con Ayuntamiento del PP y el PSOE en la Junta, cuando la empresa Cespa Gestión de Resíduos gana el contrato de Limpieza y Recogida de Residuos en el Ayuntamiento de Guadalajara. En este contrato se encontraba la gestión del vertedero municipal de Guadalajara. Este vertedero se encontraba en la carretera de Guadalajara a Chiloeches, a menos de 2,5 km de Guadalajara Capital. Todas las basuras domiciliarias, los residuos sólidos urbanos, de Guadalajara y alrededores (Mancomunidad Vega del Henares, Fontanar y Yunquera) y casi todos los residuos no peligrosos de las empresas de Guadalajara y alrededores se vertían en este centro.

En 2004, con el Ayuntamiento y la Junta del PSOE, se abre la Planta de Tratamiento de Torija, dentro del Plan de Residuos de CLM. A partir de ese momento, todos los residuos urbanos son llevados a esta planta. Al año siguiente se alcanza un acuerdo entre el Ayuntamiento de Guadalajara y Cespa para que los residuos industriales no peligrosos e inertes que no puedan ser trasladados a Torija se depositen en el vertedero municipal ya que en Torija solo tienen cabida los residuos domiciliarios generados por los ciudadanos y recogidos por los servicios públicos.

2007, SE COLMATA EL VERTEDERO MUNICIPAL

El vertedero municipal se colmata en 2007 y se cierra el 30 de septiembre. A partir de ese momento, los residuos no peligrosos de origen industrial se han ido trasladando a vertederos de fuera de la provincia de Guadalajara, esencialmente en Madrid.

Al año siguiente, 2008, la empresa privada Cespa inicia el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental para la construcción y explotación de “un complejo medioambiental para el tratamiento y gestión de residuos industriales no peligrosos en suelo de Guadalajara". En alcalde es en ese momento del Partido Popular y no pone objeciones al proyecto.

En 2011, el proyecto de la empresa Cespa se tramitó ante la Dirección General de Evaluación Ambiental obteniendo la declaración de impacto ambiental favorable. La resolución se publicó en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.

Bien sea por la crisis económica o la reducción de residuos, la empresa Cespa decidió no iniciar los trámites de ejecución y el proyecto se paraliza.

2018: CEPSA REANUDA EL PROYECTO: EL AYUNTAMIENTO DEL GUADALAJARA (PP) Y LOS QUE AHORA PROTESTAN NO PRESENTAN ALEGACIONES

El anterior proyecto había caducado y la misma empresa decide en marzo de 2018 iniciar un nuevo procedimiento de impacto ambiental en la misma parcela de la provincia de Guadalajara donde ya había obtenido una respuesta favorable. El día 3 de octubre, la Junta remitió una carta a todos los Ayuntamientos implicados en la que se les informaba de la posibilidad de presentar alegaciones. Ninguno de los cuatro ayuntamientos implicados, Guadalajara, Yunquera, Fontanar y Málaga del Fresno, presentaron alegaciones. El centro de reciclado se encontraría, en línea recta, a 5,7 kilómetros de Fontanar; a 3,5 de Málaga del Fresno; a 6,3 kilómetros de Usanos y a 5,4 de Yunquera de Henares.

LAS ALEGACIONES DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Solo Ecologistas en Acción de Guadalajara y otros grupos ambientales más pequeños presentaron alegaciones al proyecto. Aseguraban que no se cumplía la Ley de Residuos de CLM; que la mayor parte de los residuos llegarían de otras provincias y regiones, que el centro de tratamiento se encontraba cerca de una ladera pendiente que desembocaba en el Río Henares y la cercanía de una zona de recuperación de águila imperial ibérica. En ese momento, el nido se encontraba a cinco kilómetros, pero, según afirman, ahora existe el nido de una pareja de águilas a solo un kilómetro.

¿QUÉ PASA AHORA?

La oposición política al proyecto se puso en marcha hace unos días, impulsada a través de las redes sociales, en particular en los perfiles relacionados con el alcalde de Fontanar y su ayuntamiento. Le secundan Yunquera, Málaga del Fresno y numerosas personas que empiezan a formar una Plataforma contra el vertedero. Alegan que el centro deterioraría la salud humana y que hipotecará el futuro de varias generaciones, si bien es cierto que no existe, por el momento, ningún informe técnico que confirme estos extremos.

El proyecto se encuentra en fase final, habiéndose superado ya las consultas previas y el periodo de exposición pública con el correapondiente plazo de alegaciones, en el que ninguno de los ayuntamientos informados por la Junta presentó objeciones al saber que la empresa privada retomaba el proyecto. 

En estos momentos, los técnicos de Desarrollo Sostenible evalúan las alegaciones presentadas por los ecologistas y algunos particulares con la vista puesta en el anidamiento de ejemplares de águila imperial en la zona. Ellos serán quienes determinen si este proyecto privado cumple con la normativa medioambiental y por tanto pueden ejecutarlo o no.

ALBERTO ROJO: UN PROYECTO HEREDADO

El actual alcalde socialista, Alberto Rojo, se ha encontrado con el proyecto heredado y ha recordado que se trata de una iniciativa “totalmente privada” y que, como hemos reseñado, tampoco el Ayuntamiento de la capital, gobernado entonces por el Partido Popular, presentó ningún tipo de alegación.

En alusión al anterior alcalde, Antonio Román, o al concejal ahora en la oposición Jaime Carnicero, indicaba Alberto Rojo que tampoco aquellos representantes municipales presentaron ningún tipo de sugerencia. Recordaba Rojo que si algún ayuntamiento hubiera tenido alguna aportación que hacer, la tendría que haber realizado en tiempo y forma hace más de 14 meses.

En todo caso, el actual alcalde de Guadalajara ha insistido en que no es una instalación que dependa estrictamente del Ayuntamiento, ya que se trata de “una iniciativa privada, no promovida por el Consistorio, en suelo privado y con financiación privada”.

Por ello, ha pedido “cumplir escrupulosamente con la ley”, y toda vez que él es un alcalde “recién llegado” que no conoce algunos detalles del proceso. Ahora tocaría analizar y “actuar con responsabilidad”.

Esta misma semana, el delegado de Desarrollo Sostenible de la Junta de Castilla La Mancha en Guadalajara, José Luis Tenorio, señalaba que la solicitud de la empresa Cespa para la instalación en Guadalajara de este vertedero está en fase de estudio por parte de los técnicos de la Consejería para ver si cumple con la normativa en materia medioambiental.

CAMPAÑA EN CHANGE.ORG

A través de Change.org, ya suman más de 6.000 firmas recogidas en una iniciativa firmada por la denominada ‘Plataforma en contra del macrovertedero de Guadalajara’, asegurando que este vertedero puede afectar a localidades a 15 kilómetros del radio de acción del proyecto como Málaga del Fresno, Yunquera de Henares, Fontanar, Malaguilla, Fuentelahiguera, Mohernando, Villaseca, Heras, Tórtola, Beljafel, Marchamalo, Cabanillas, Sotolargo, Galápagos, El Casar y la capital alcarreña: “Desde la Plataforma en contra del vertedero en Guadalajara queremos paralizar definitivamente el proyecto de macro-vertedero que se situará en el término municipal de Guadalajara”.

DCLM