Voracidad: en lo que estás es lo que pasa

Somos voraces. Vemos series, devoramos series. También devoramos actualidad igual que muchos devoran pastillas: ¿Quién no tiene una farmacia en su casa? Y todo pasa de moda para que sigamos consumiendo: las banderas españolas y catalanas se están quedando solas y viejas en los balcones, ya no las venden ni los chinos. Ahora deben vender máscaras, pero parece un contrasentido comprar mascarillas contra la gripe en un chino porque somos voraces, pero también algo dados a la histeria colectiva. En parte es culpa nuestra y en buena parte de las farmacéuticas, de los canales temáticos y de los medios de comunicación. El asunto catalán ha dejado de estar de moda, el tema aburre, las banderas que un día lucieron en miles de balcones hoy aparecen solo en algunos como testimonio del pasado, sucias, tristes, olvidadas. Pedro Sánchez dice que el independentismo se ha desinflamado pero lo cierto es que ha dejado de estar de moda, igual que dejó de estarlo Albert Rivera y tantos otros que han caído en el saco del olvido. Hemos pasado a otra serie, a otro temita como el coronavirus que tiene su audiencia, pero tampoco ya muy excesiva. Los medios, las tertulias de radio y televisión buscan carnaza o temas estrella para explotarlos y ofrecerlos en bandeja a los consumidores compulsivos que engordan por unos días. Pronto, la fuente y quien bebe de ella necesitan más alimento, una dieta variada, algo de qué hablar, por lo que ocuparse y preocuparse, discutir con los cuñados y con los vecinos. ¿Recuerdan la Cumbre del Clima?

A veces parece que los medios crean realidad, que los titulares cobran vida y luego van languideciendo hasta desaparecer en un agujero fundido en negro.

elObservadorDCLM