Emigrantes españoles, en Alemania: la ciudad de Solingen y "vente a Alemania, Pepe"

«Ve el mundo. Es más fantástico que cualquier sueño». Ray Bradbury

La ciudad de Solingen está en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, en el noroccidente de Alemania, muy cerca a Düsseldorf, por lo que es un buen destino de un día o fin de semana que tiene unos hermosos atractivos culturales.

Uno de ellos es el llamado Castillo Burg, o Schloss Burg, que es el castillo reconstruido más grande de esta región, además de uno de sus atractivos principales que no te puedes perder.

En esta parte de la colina en Solingen ha existido un castillo desde el siglo décimo segundo, y aunque el que ves en la actualidad no es el mismo, si puedes ver una construcción de la que sobreviven trozos que han estado en importantes partes de la historia como la Guerra de Sucesión y el dominio sueco. La construcción que puedes ver en la actualidad es una restauración que se hizo a finales del siglo diecinueve, en el año de 1882, siguiendo los modelos que se vieron en planos y dibujos, en especial de lo que estaba allí en el siglo dieciséis.

El Castillo Burg es en la actualidad uno de los atractivos turísticos más importantes no sólo de la región sino de toda esta parte de Alemania, y en su interior puedes ver una iglesia que es muy popular para bodas. Además, allí se encuentran los memoriales de la Deportación y de las Provincias de Alemania Oriental, incluso algunas tiendas de recuerdos donde puedes comprar objetos para llevar de vuelta a casa.

También en este castillo en el día de hoy puedes visitar el museo en el que fueron convertidos varios de sus espacios. En un recorrido por él tienes la oportunidad de ver los salones de banquetes y de los ancestros, así como la capilla y otras atracciones, en donde tienes la oportunidad de conocer los murales que muestran escenas de la vida de los Condes de Berg, primeros dueños del lugar, y de los alrededores en el siglo XII.

Siguiendo con el recorrido puedes ver la parte del arsenal, donde puedes ver armaduras, armas y otros objetos originales de la Edad Media; para luego seguir con la parte de la cacería, en donde no sólo hay pinturas relacionadas con las escenas de caza de los diferentes dueños del castillo, sino también las armas y los estilos que utilizaban para cazar animales. Y puedes terminar la visita viendo la colección de monedas o simplemente admirando la capilla y las construcciones típicas que hay en este lugar.

VUELVE EL “VENTE A ALEMANIA, PEPE”

Cada día se van más. Unos 50.000 al año. El número de españoles que enfila hacia Alemania recuerda las cifras de los años sesenta y setenta. Entonces, una comedia, ‘Vente a Alemania, Pepe’, retrató aquella inmigración. Ahora, otra, ‘Perdiendo el norte’, actualiza el fenómeno. Reunimos a estas dos generaciones en Múnich.

Que levante la mano el que tenga algún pariente, amigo o conocido en Alemania. Nacho Velilla buscaba un argumento para su próxima comedia cuando, una mañana, reunió a su equipo creativo. Corría el año 2012. Sobre la mesa, algunos recortes de prensa reclamaban su atención. 30.000 españoles se fueron el año pasado a Alemania, cifra que no se alcanzaba desde 1973 ; El Ministerio de Empleo prevé que entre 2010 y 2020 un millón de españoles emigren al exterior . En la sala había diez personas. Todas levantaron la mano. Velilla, el hombre detrás de series como Siete vidas o Aída y taquillazos como Fuera de carta y Que se mueran los feos, ya tenía lo que buscaba.

Tres años después, recién estrenada Perdiendo el norte, retrato de un grupo de jóvenes ultraformados buscándose la vida en Berlín, la marea hacia Alemania sigue creciendo. Al año son ya más de 50.000 los españoles entre quienes no parece haber calado el optimismo que transmiten agentes económicos y políticos en nuestro país. La cifra, de hecho, remite a la gran inmigración que llevó hacia tierras teutonas a más de 700.000 españoles entre 1960 y 1973 -retratada por Pedro Lazaga en Vente a Alemania, Pepe-, cuando el régimen de Franco encontró en tierras germanas una válvula de escape para canalizar parte del masivo flujo de trabajadores del campo que, sin cualificación alguna, emigraban hacia los centros industriales. Hoy, sin embargo, el panorama ha cambiado de forma radical.

Ya en 1960 se marcharon más de 30.000 personas y el flujo alcanzó su pico en 1965, rondando los 80.000 inmigrantes enfilando hacia la República Federal Alemana. Entonces, el Gobierno puso freno a la marcha de mano de obra cualificada, indispensable para el desarrollo de la incipiente industria española, pero hoy, entre quienes buscan el sueño germano, dos tercios poseen estudios superiores y mejor formación incluso que la media alemana.

José Mateos Mariscal 

José Mateos Mariscal autónomo empresario perjudicado por la crisis económica España. En la extrema pobreza con dos menores a cargo, perdimos todo: mi casa, mi coche, mi empresa, después desahucio en desahucio hoy resistimos en Alemania, no es fácil la integración en otro país extranjero, la barrera del idioma, el clima, las costumbres, la ventaja hoy mis dos hijos hablan perfecto inglés Alemania y español una educación que muchos millonarios en España no pueden tener.