La reforma del Estatuto de Autonomía, un respiro para los que más necesitan de las instituciones

El acuerdo alcanzado entre CS y PSOE se traduce en un respiro lleno de esperanza, para todos aquellos que durante un tiempo pensaron que nunca les faltaría nada, hasta que llegó Cospedal a la presidencia de CLM cambió a su antojo el Estatuto de Autonomía y redujo todos los servicios sociales, sanitarios, educativos y económicos en la comunidad autónoma, incluída la Ley Electoral a su antojo, procurándose una nueva victoria en las elecciones. Algo que no consiguió muy a su pesar.

La reforma del Estatuto de Autonomía de CLM, es una constante entre los objetivos de García-Page, sobre todo por dos razones fundamentales: blindar los derechos sociales y modificar de nuevo la Ley Electoral, aunque en ello se incluyan también asuntos como los Planes de Empleo, el reto demográfico, el desarrollo rural, el Defensor de la Ciudadanía, el Observatorio Ciudadano Regional, la Cámara de Cuentas o la supresión de los aforamientos a políticos. 

Se hace del todo necesaria la consolidación legal de los derechos sociales y que los logros conseguidos para las clases más desfavorecidas, no den la vuelta y vuelvan a crearse "tasas de la vergüenza" como ocurrió en los tiempos del Gobierno del PP, cuando se exigía el pago de tasas por la elaboración de los expedientes de la dependencia. 

Por otro lado la modificación de la Ley Electoral, llevará aparejado el hecho de dejar de ser una comunidad autónoma de segunda, lugar en el que nos colocó el PP, a pesar de lanzar en sus discursos eso de “no queremos ser menos que Cataluña”, sobre todo en lo referente al número de diputados regionales, ya que nos colocaron en algo muy utilizado en las expresiones de los políticos populares: “el vagón de cola”. Muy lejos de los 135 de Cataluña, los 132 de la Comunidad de Madrid o los 109 de Andalucía, y también de comunidades más similares a las nuestras como puede ser Castilla-León con 81 diputados, Aragón con 67 o Extremadura con 65.

Castilla-La Mancha con casi 80 mil kilómetros cuadrados y cinco provincias tiene menos diputados regionales que las uniprovinciales Murcia (45), Asturias (45) y Cantabria (35), porque junto con La Rioja, son las regiones españolas con menor número de diputados en sus parlamentos regionales; tan solo 33. 

Este fue el lugar en el que nos colocó el Partido Popular de Castilla-La Mancha de manera unilateral y sin ningún tipo de acuerdo con el resto de las fuerzas parlamentarias, y de ese lugar hay que salir. El primer paso ya se ha dado con el acuerdo de PSOE y CS y el silencio del PP, para la reforma del Estatuto de Autonomía y con ello la reforma de la Ley Electoral, tal vez la intención del PP de CLM es mantener las normas con las que “aplastaron” a esta comunidad y cuyos efectos posteriores todos conocemos.  

P. Moratilla