Multado con 3.800 euros por arrojar orina al patio de sus vecinos

La sentencia considera como hechos probados que, entre junio de 2012 y septiembre de 2015, el acusado acudía al inmueble y, con cierta frecuencia y en días indeterminados, se dedicaba a causar daño a los vecinos que vivían en el bajo derecha.

El documento recoge que el acusado estaba enfadado porque las víctimas habían hecho una reforma en su domicilio que, al parecer, le había causado perjuicios o molestias.

Así, comenzó a arrojar orín, previamente depositado en un recipiente, que caía sobre la terraza y bienes muebles e inmuebles de los denunciantes. Para ello, el acusado subía por una escalera situada en su propiedad y contigua al patio de los vecinos y, desde una posición elevada y con perfecta visión del patio, vertía la orina.

La orina cayó sobre elementos y objetos como tendedero, muros exteriores, toldo y suelo, habiendo ocasionado unos daños que suman 682,17 euros.

Para averiguar quién era el responsable de la fechoría, la pareja afectada tuvo que adquirir una videograbadora, una cámara de color, un alimentador, un cable y una caja estanca, así como un parasol, para aminorar los daños.