El barbudo y el cuñao

Dejarse o no barba es en sí un hecho estético, poco trascendente siempre que vaya ligado a un cambio de imagen y no a una transformación ideológica de cara a la galería. Ser otro de un día para otro no es fácil y menos para los barbilampiños que no es el caso. En el último pleno de las Cortes, el presidente del grupo socialista le dijo al presidente del PP, Paco Núñez, que se escondía detrás de su recién poblada barba para ocultar su falta de apoyo real a que el trasvase de agua del Tajo termine de una vez por todas y volvamos a tener un río limpio y en condiciones, del que nos podamos sentir orgullosos. A Núñez no le gustó la mención a su barba que le hizo Fernando Mora y le contestó que pidiera disculpas por aludir a su apariencia física. Pero el líder del PP fue más allá, no se refirió al físico de Mora pero si a su árbol genealógico. Es sabido que Fernando Mora es cuñado del presidente del gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Núñez le espetó: "Vaya papelón tiene usted, señor Mora. Han mandado al cuñado del presidente porque ningún diputado de su grupo se siente con fuerza para defender al nuevo Gobierno".

En medio de un debate mucho más amplio sobre el agua y el ejecutivo de Pedro Sánchez, Fernando Mora respondió a Núñez que no debía ofenderse porque “con la barba está guapo y se parece a Casado". "Desde hace 35 años, añadió Mora, soy cuñado de Page. No le fui a elegir a él. Me casé con su hermana cuando no era presidente de Castilla-La Mancha, y luego lo fue. ¿Cómo voy a hacer un problema de que el señor presidente sea mi cuñado? Coincide pero no me molesta, es una realidad desde hace muchos años".

Hubo risas en las Cortes, al fin un poco de distensión en este ficticio mundo tan crispado. 

En el trasfondo de este asunto está naturalmente la barba que se dejó Pablo Casado para aparentar una actitud más moderada tras fracasar el consejo de Aznar de actuar con una firmeza más apocalíptica y fundamentalista que la que pone en escena Santiago Abascal. Casado se centró un par de días con la barba y luego volvió a ser el de antes, el Casado de siempre indignado porque la derecha ha perdido el gobierno, pero ahora con su atildada barba de barbería.

El caso es que el líder del PP de la región es un “copiota” como dicen los niños en el cole y también se dejó la barba aunque se trate de un hábito que no hace ni deshace al monje.

Y todo el mundo sabe a estas alturas que, por guardar las formas y evitar comentarios como del de Núñez, ser el cuñao de Page le ha perjudicado más que beneficiarle en su carrera política a Fernando Mora a quien nadie niega ni su formación como politólogo ni su altura política tanto en Ferraz como en Castilla-La Mancha. 

DCLM