PP y Vox pugnan por abanderar la Guerra del Agua

El pasado 20 de diciembre, el secretario de organización del PSOE-CLM, Sergio Gutiérrez, pedía a los parlamentarios del PP castellano-manchegos en el Congreso de los Diputados, votar en contra de una proposición no de ley presentada por Vox para asegurar el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura, y seguir así esquilmando los campos de Castilla-La Mancha.

Este viernes, Pablo Casado se lo ha puesto aún más difícil a sus votantes y a sus diputados en Castilla-La Mancha, al aportar públicamente por mantener el regadío de algunas huertas incluidas las ilegales situadas en el campo de Cartagena, que deberían ser de secano y sin saber por qué ni cómo se han convertido en parte de la "huerta ficticia de Europa". Pablo Casado las defiende como si no hubiera mañana, sin tener en cuenta la contaminación del Mar Menor, la sequía del Tajo, ni la sentencia del Tribunal Supremo que exige un caudal mínimo en el río a su paso por Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina. A todo ello además habría que sumar la escasez de agua a la que se somete a las tierras portuguesas, hecho que ha provocado una queja generalizada en el país vecino. 

A Pablo Casado todo eso le da igual, siempre y cuando siga teniendo contentos a sus votantes Murcianos. Un feudo del PP que ahora tiene que disputarse con Santiago Abascal lo que  ha llevado a ambos a hacer política barata con el agua de un río que ya dio todo lo que tenía que dar durante cuarenta años por culpa de un dictador que lo puso en marcha. 

Pero es que además ahora el PP culpa a la Confederación Hidrológica del Segura de los efectos devastadores de la DANA en la zona, por no tener el cauce del río en perfectas condiciones. Engaña a la ciudadanía al hacerles pensar que la falta de mantenimiento del cauce del Segura durante el tiempo, que el Gobierno socialista lleva en el poder, han sido suficientes para causar estragos por los efectos de la DANA cuando ese mantenimiento no se ha realizado durante años. Años que incluyen el de los sucesivos Gobiernos de Mariano Rajoy. ¿Quién hace política con el agua?

Los regantes a través del presidente del SCRATS, Lucas Jiménez, han sido llamados a una especie de "desobediencia civil" animándoles a dejar de pagar el canon obligatorio de explotación del trasvase, poniendo incluso los servicios jurídicos del PP a disposición de los regantes en su defensa. Algo con lo que han avisado al Gobierno tras los últimos trasvases que se circunscriben al consumo urbano. 

El Partido Socialista Valenciano, dice estar del lado de los regantes y por encima de los intereses partidistas, sin darse cuenta que el interés del Gobierno central, dirigido por su compañero de partido, Pedro Sánchez, es el interés nacional, no solo el de Castilla-La Mancha, sino con el objeto de preservar el medio ambiente que es de todos, porque no solo el agua es de todos (aunque parece que es más para unos que para otros). 

EL ÓRDAGO DE PABLO CASADO

Esta decisión de Pablo Casado de apoyar el mantenimiento de una infraestructura que solo da problemas, casposa, trasnochada e inútil con las desaladoras, viene a colación precisamente cuando Vox, que se siente "ganador" en Murcia, se ha puesto en pie de guerra para defenderla. No hay que olvidar que el partido de Santiago Abascal ha superado al PP en número de votos no sólo en Murcia, sino también en Almería. Algo que ha llevado a la formación de Abascal a enarbolar la bandera del agua en las tierras levantinas, y eso es algo que el PP no va a consentir, cuando ha sido la herramienta utilizada por el PP para ganar las elecciones en estas zonas durante años. (¿Quién hace política con el agua?)

¿QUÉ VA A HACER EL PP DE CASTILLA-LA MANCHA? 

Si el PP de CLM realmente defiende a su tierra y a sus gentes debería desoír las palabras de Casado, e incluso plantarle cara para reafirmar su decisión de terminar con el trasvase. Tal como ya hizo Pepe Bono con Cabañeros, o el propio García-Page e incluso el valenciano Ximo Puig que se posiciona no sólo frente a Castilla-La Mancha, sino también frente a Extremadura y por supuesto frente al presidente del Gobierno central.

Ahora queda por ver la reacción de Francisco Núñez a las palabras de Pablo Casado y a esa insistencia en el mantenimiento de la ruina económica, turística y medioambiental de Castilla-La Mancha. 

P. Moratilla