10N: Los castellano-manchegos deciden el 10N si quieren "basurero" nuclear o no

Parece que las elecciones generales son algo que nos pilla lejos. Sin embargo muchas de sus decisiones pueden tener consecuencias muy importantes en Castilla-La Mancha, como la construcción de un "basurero nuclear" al que se le llama Almacén Temporal Centralizado de residuos radiactivos ubicado en la localidad de Villar de Cañas.

Los conquenses saben bien, que dependerá del Gobierno que se forme tras las elecciones, el proyecto del ATC de Villar de Cañas seguirá cerrado o resucitará sus intenciones. García-Page ha manifestado que no quiere el ATC en ninguna de las 5 provincias de la región y Pedro Sánchez paralizó el proyecto aunque no fue posible dar el carpetazo definitivo al proyecto por motivos técnicos. Por su parte Francisco Núñez ha afirmado con rotundidad que si "Pablo Casado llega a la Moncloa impulsará el nuevo ATC" en Villar de Cañas. No era necesario que el presidente provincial del PP afirmara que tanto el PP provincial como el regional siempre han estado a favor de que el AT se construya en Villar de Cañas y que "eso no ha cambiado ni va a cambiar", porque es del dominio público que siguen empeñados en traer el “basurero” a Castilla-La Mancha.

Las provincias que menos basura nuclear generan son Zamora y Ávila en la misma medida. Tras ellas Palencia y a continuación Orense y Cuenca (también en la misma medida). Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas que menos basura nuclear genera, aunque el PP la considere el sitio ideal para traer las basuras.

EL PRESUPUESTO DE RAJOY

El presupuesto con el que se sigue gobernando a fecha de hoy, debido al entorpecimiento y por tanto bloqueo al Gobierno de Pedro Sánchez, es el de Mariano Rajoy, en el que se incluye una partida para la construcción del ATC de Villar de Cañas dotada con 58 millones de euros, que no son para el Ayuntamiento de Villar de Cañas ni tampoco para Castilla-La Mancha, sino para la construcción del Almacén Centralizado, por lo que esta cuantía no puede ser utilizada para otro fin.

Ni siquiera la nulidad del Plan de Ordenación Municipal de Villar de Cañas, por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de CLM, que posibilitaba el proyecto, frenó al Gobierno del Partido Popular en su intento de construcción del ATC. Desde Moncloa no se resignaban y advirtieron en su intención de seguir trabajando para hacerlo realidad, así lo afirmó el diputado cunero por Cuenca, Rafael Catalá, algo que les dejaría la vía completamente libre si el próximo 10 de noviembre gana las elecciones Pablo Casado, tal como ya ha avisado el propio Francisco Núñez. Ese mismo Francisco Núñez  que no quería el basurero nuclear para su pueblo pero si lo quiere ahora para Cuenca.

El 6 de septiembre de 2018, la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, anunció que el Gobierno central supeditaba cualquier decisión sobre el ATC de Villar de Cañas a la renovación del Plan General de Residuos Radiactivos de 2019, al tiempo que informaba de "que tenemos un plan caducado y se ha estado planificando un ATC tomando como referencia una situación que no se corresponde con la actual" y recordó que España se enfrentaba a un procedimiento de infracción importante a nivel comunitario por incumplir la obligación de disponer de un plan nacional de seguridad en el tratamiento de residuos nucleares.

ENRESA NO PRESENTARÁ EL VII PLAN DE RESIDUOS NUCLEARES (2019) HASTA QUE SE CONSTITUYA EL NUEVO GOBIERNO

La nueva convocatoria de elecciones ha abierto una puerta a Enresa en su intención de construir el ATC de Villar de Cañas, sobre todo si quien gana las elecciones es Pablo Casado. Por esta razón ya ha dejado claro que "no presentará el VII Plan de Resíduos Nucleares hasta que se constituya el nuevo Gobierno”. Pero no es que lo haya dicho ahora, a una semana de la cita con las urnas, sino que lo dijo en el mes de junio, cuando aún no estaba claro que hubiese nuevas elecciones. Algo que demuestra la complicidad del PP con Enresa para obligar al Gobierno de Pedro Sánchez a convocar elecciones, ante la imposibilidad de gobernar según los resultados electorales anteriores.

Ese Plan General de Residuos Radioactivos (PGRR) recoge las estrategias y actividades a realizar en España en relación con los residuos nucleares, el desmantelamiento de las instalaciones, al que Enresa es reticente, y su estudio económico y financiero. Actualmente sigue en vigor el aprobado en 2006, aunque el Gobierno del PSOE ya tiene pactado un calendario escalonado con las eléctricas para cerrar el parque nuclear entre 2027 y 2035. Sin embargo el PGRR es clave para poder cerrar las centrales nucleares y el bloqueo político impide la aprobación de uno nuevo.

En los últimos días el PSOE desde el Gobierno ha elaborado el borrador del decreto para aumentar la tasa que las eléctricas deben abonar a Enresa con el fin de realizar el cierre de las centrales nucleares pero lo que no puede hacer el Gobierno de Pedro Sánchez es acelerar la aprobación del nuevo PGRR a pesar de que Enresa se comprometió a elaborar uno nuevo antes de julio de 2019 y el actual y vigente está obsoleto y además genera un importante déficit económico.

La intención de Enresa y del PP es resucitar el proyecto del ATC en Villar de Cañas para que empiece a funcionar en 2028.

OTRAS SOLUCIONES MENOS PELIGROSAS Y MENOS CONTAMINANTES

El físico nuclear Julio Gutiérrez ha manifestado en innumerables ocasiones que el emplazamiento del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas es innecesario ya que se pueden construir Almacenes Temporales Individualizados (ATI) en los terrenos propios de las Centrales Nucleares que aún siguen en funcionamiento, para de esta manera evitar el transporte y la manipulación posterior de los residuos que, dicho sea de paso, se mantienen radiactivos durante cientos de miles de años. El hecho de centralizarlos supone un riesgo en movimiento por todo el territorio nacional. Serán 216 pueblos por los que esta "basura" pasará con destino Villar de Cañas en Cuenca.

Enresa ya sabe que el PP mantendría sus intenciones en Villar de Cañas y que el PSOE probablemente intentaría buscar otras soluciones menos contaminantes, por esa razón no presentará el PGRR hasta que no haya un nuevo Gobierno.

El nuevo Gobierno depende de las urnas el próximo 10 de noviembre. Los castellano-manchegos decidirán si quieren “basurero” nuclear o no.

DCLM