El del adoquín, el de la mamada y el del cementerio nuclear

Dice Paco Núñez que si gana el PP las elecciones el domingo, con el inestimable apoyo de Vox y Cs, volverán a poner en marcha el basurero nuclear en Villar de Cañas, Cuenca. ¡Qué antipático es este PP que ni en campaña electoral se muerde la lengua sobre un cementerio de residuos nucleares que no quiere nadie en Castilla-La Mancha! Debe ser una promesa en forma de vela que encendió Casado a la madre Cospedal, procuradora de su ascensión a la presidencia del PP: no te preocupes María Dolores que cuando gobierne tendrás tu cementerio en Cuenca, palabrita del niño Casado. Además de regalarnos ese caramelo envenenado, seguro que si gobierna el PP seguirán apoyando a Murcia en la destrucción del Tajo y del Mar Menor porque esa ha sido su política ambiental, apoyos de grupos de presión, a cambio de destrucción de la naturaleza. Y lo más curioso es que Núñez y los suyos andan paseando la lengua con otras promesas como fijar la población a la tierra. Es verdad que un cementerio fija población a la tierra pero una tierra seca, un río sin agua y un mar muerto aunque sea menor no son los mejores compañeros para la vida de las personas, mucho menos ahora que los del PP empiezan a creerse lo del cambio climático.

A ver si Rivera deja de arrojar adoquines a la cabeza de Ciudadanos, los de Podemos vuelven a ser la manada en vez de la mamada y alguna vez nos decidimos a tener un gobierno que gobierne para ocuparse de nuestros problemas, que no son pocos.

elObservadorDCLM