El precio de la corrupción

Que ahora aseguren que los ordenadores de Bárcenas estaban vacíos es un poco de chiste, más de lo mismo, las evasivas que tantas veces escuchamos. 

En las elecciones de noviembre de 2011, el Partido Popular de Mariano Rajoy obtuvo 10.871.176 votos y una mayoría absoluta en el Congreso de 186 diputados, el mejor resultado de toda su historia que teñía de azul el mapa de España. Casi once millones de votos. En esa época, el PP de Rajoy y Cospedal convertía en oro todo lo que tocaba en el más amplio sentido de la expresión. En Castilla-La Mancha, Cospedal obtuvo, en 2011, cerca de 565.000 votos y 25 escaños en las Cortes que entonces contaba con 49 diputados. 

Así empezó todo. En el PP se dedicaron a hacer negocios aprovechando la situación política, algunos se hicieron más ricos y otros están en prisión. Lo negaban todo pero la verdad o gran parte de la verdad terminaba emergiendo del sucio pozo de los secretos, socavando poco a poco su imagen y su moral. A pesar de tantas mentiras, fueron perdiendo la confianza de los españoles. Estaban en la cima, se sentían todopoderosos, nunca pensaron que sus entramados de negocios iban a tener consecuencias penales y electorales porque también dominaban las mayoría de los medios de comunicación.

Diez millones de votos. En las últimas elecciones, el PP obtuvo 4.356.023 votos y 66 escaños en el Congreso. En ocho años perdieron más de 6 millones y medio de votos y 120 diputados.

En Castilla-La Mancha, el PP de Cospedal consiguió en 2011, 564.954 votos. El pasado día 26 de Mayo, el PP obtuvo 307.661 votos, es decir, ha perdido en esos 8 años más de 257 mil votos en nuestra región.

Así es la cruda realidad: el PP perdió votos, moral y confianza. Los españoles perdimos millones de euros de las arcas públicas, sufrimos años de brutales recortes debido a una crisis que fue al tiempo el gran negocio de muchos otros al amparo del sistema. El PP ha pagado el precio de su corrupción y esa es una lección que nunca debe ignorarse.

elObservadorDCLM