Elche de la Sierra. El amanecer más bello

El 28 de mayo de 1964, la noche previa a la procesión del Corpus Cristi, Francisco Carcelén y un grupo de 10 amigos de Elche de la Sierra, salieron a escondidas de sus casas, para elaborar una de esas alfombras que había visto en Cataluña en uno de sus viajes como comerciante. Lo harían a base de virutas de colores y  cubrirían todo el recorrido de la procesión del día siguiente.

El resultado fue una enorme sorpresa para los vecinos del lugar, tan agradable y bonita, que no han dejado de repetir la hazaña desde entonces. Un material que los carpinteros dejan en desuso pero que es aprovechado para crear arte efímero la noche anterior al corpus. Transcurridos 50 años, las alfombras fueron declaradas Bien de Interés turístico nacional. Este año serán más de 600 personas, las que elaborarán 28 alfombras de serrín, para situarlas en 3 plazas y 25 calles, utilizando para ello más de 3.000 kilos de virutas. Los colores favoritos: amarillo, rosa y morado. Virutas y colores configuran cada año un reto mayor.

Muchas veces, las tradiciones caen en el olvido al perder a los artífices artesanos, pero en el caso de Elche de la Sierra, está asegurada la continuidad, porque los más pequeños también tienen convocatoria para desarrollar su creatividad. Así 126 niños se encargarán de la elaboración de 8 mini alfombras en este Corpus.

La trascendencia de este trabajo ha quedado patente en el viaje que los responsables de la Asociación de Alfombras de Elche de la Sierra van a realizar próximamente a la localidad tinerfeña de La Orotava. Los albaceteños serán los primeros invitados a un lugar  donde también se celebra el Corpus Christi con la recreación de alfombras, aunque, en este caso en lugar de serrín, utilizan arena volcánica.

Tras la lluvia del pasado año, que impidió el deleite a la vista de estas obras de arte, este año gozan, si cabe, de  mayor ilusión. Nunca se ha impedido la creación de las alfombras en la historia de Elche de la Sierra, salvo en dos ocasiones en 2018 y en 1992.

No cabe ninguna duda, de que estos trabajos han llenado de color un enclave que goza de una enorme antigüedad, donde la historia nos muestra que se trata de un lugar que ya existía en tiempos de los romanos, que perteneció a Alcaráz y después a Ayna hasta que gracias a la Constitución de Cádiz, en 1812, Elche consiguió su independencia, y comenzó a tejer su originalidad.

P. Moratilla