Para el Sindicato murciano de Regantes, en CLM hay un "coro de grillos" pidiendo el cierre del trasvase

Los pactos se siguen sucediendo a lo largo de toda la geografía y aunque los que más preocupan son los cercanos, sin duda hay otros más lejanos que pueden tener consecuencias en nuestra tierra, como el del Gobierno de Murcia. 

La comunidad autónoma uni-provincial se disputa con los 80.000 kilómetros cuadrados de las cinco provincias castellano-manchegas el protagonismo del agua del Acueducto Tajo-Segura y es evidente que no será lo mismo dependiendo de quién gobierne. El PSOE murciano ha ganado las elecciones pero no ha sacado la mayoría necesaria para gobernar en solitario, por lo que necesita el apoyo de CS para completar su consejo de Gobierno, y ahí están todos disputándose quien defiende más y mejor el agua del Alto Tajo, mientras comienzan a pensar en hacer trasvases del Tajo medio. 

Los aguatenientes del SCRATS (Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura), se permiten hacer declaraciones en los medios de comunicación, que lejos de limar asperezas, soliviantan mucho más a la cuenca cedente, es decir la castellano-manchega, donde algunos de sus municipios comienzan a ver los camiones cisternas que les lleven el agua, mientras la de sus cauces van a parar a Murcia y a Alicante, aunque la desertización y el cambio climático afecta a todos por igual. 

Han sido dos investigadores murcianos, José Miguel Martínez Paz, de la Universidad de Murcia, y Francisco Pellicer, de la Universidad Católica de San Antonio de Murcia, los últimos que han alertado de que el trasvase Tajo-Segura no puede continuar. Un estudio que ha sido avalado por la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia y en cuyas conclusiones se advierte que el cambio climático ya es palpable y está provocando una carencia hídrica que pone en peligro la continuidad del trasvase. 

Pero para el SCRATS siguen siendo cantos de sirena del "cabreado" gobierno vecino y los "ecocomunistas". Por eso en una entrevista concedida en esta misma semana, el presidente del SCRATS, Lucas Jimenez ha dicho textualmente: "En la vecina Castilla-La Mancha, no son rumores los que se escuchan contra el acueducto Tajo-Segura (ATS), es un auténtico "coro de grillos" cuyo origen se halla en la política. Entiendo que los que vociferan, lo hacen sólo por el hecho de que el ATS entre en territorio murciano, alicantino o almeriense. Aguas arriba, el suministro de algún Ayuntamiento de Albacete o el auxilio a las Tablas de Daimiel, no provocan tal alteración". 

Y tiene toda la razón. Algunos se miran el ombligo desde una comunidad uni-provincial, que no tiene nada que compartir con otras tierras, pero es que Castilla-La Mancha son cinco provincias. Castilla-La Mancha no son 11.000 kilómetros cuadrados de comunidad autónoma, como Murcia, sino 80.000 kilómetros cuadrados, con bastantes más tierras destinadas a ser regadas que las que posee la Región de Murcia. Es evidente que lo que se genera en Castilla-La Mancha reporta beneficios a todos los castellano-manchegos, independientemente de si viven en Toledo, en Cuenca, en Ciudad Real, en Albacete o en Guadalajara, porque aquí sí sabemos COMPARTIR. 

Han sido varias las ocasiones en las que desde Murcia, nos han llamado "analfabetos hídricos", pero es evidente que el analfabetismo hídrico no está en nuestra tierra. Hablar del "auxilio de las Tablas de Daimiel", denota una carencia importante de lo que son los humedales.  Las Tablas de Daimiel, situadas en CLM, son Zona de especial protección para las aves (ZEPA) y parte de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda, distinción otorgada por la UNESCO. Estas Tablas son uno de los últimos representantes de un ecosistema denominado tablas fluviales y  la supervivencia del parque peligra precisamente a causa de la sobreexplotación de los acuíferos. Por esta razón la Comisión Europea abrió en 2009 un expediente a España. 

Castilla-La Mancha defiende su agua y su tierra y es preferible ser un "coro de grillos", pidiendo justicia con el agua, que hacer frente a actuaciones sin escrúpulo que ponen en peligro la continuidad de las condiciones medioambientales. Solo hay que repasar algunos de los titulares de la prensa vecina: "La Guardia Civil investiga a 45 personas en una operación en la que ha precintado 48 desaladoras y 25 pozos de agua ilegales en la comarca del Campo de Cartagena para evitar vertidos contaminantes al Mar Menor". En 2008 "La Contaminación por nitratos en el Mar Menor supera hasta en 20 puntos la norma europea".  

El presidente en funciones de Murcia, Fernando López Miras, defiende que para el PP "El trasvase Tajo-Segura es irrenunciable" y lo afirma con rotundidad, presumiendo además de tener el mismo discurso en toda España, aunque en Castilla-La Mancha lo deben decir bajito o cuando salen de esta tierra. El aspirante a la presidencia de Murcia, aun habiendo perdido las elecciones, hace una afirmación con la que sí estamos de acuerdo: "Por el Tajo-Segura no circula agua, sino oportunidades, empleo y futuro para muchas familias", de lo que no se ha dado cuenta, es de que aquí también familias que necesitan oportunidades, empleo y estabilidad y que ven como circulan con dirección a Murcia. Ese error tiene un nombre, falta de empatía y de solidaridad; algo de lo que también nos acusan con frecuencia, pero es que es innato en el Partido Popular: Acusar a los demás de sus propios errores.  

P. Moratilla