Venderían su alma al diablo | Tere Cardo

Llego el momento del contorsionismo político. Las afirmaciones categóricas de hace apenas semanas ya se han convertido en papel de fumar, y los culpables de todo esto han sido todos ustedes con sus votos.

Es tiempo de pactos y acuerdos, y los números por el hecho de ser números no suman lo mismo en todas partes. Sabedores de que este momento tenía que llegar, los señores de Ciudadanos -que se abrazan al centro como a las ramas de los árboles- tendrían que haber cuidado su lenguaje y sus mensajes en campaña por aquello de que se les pueda acusar de incoherentes. Y la falta de coherencia es el único problema que tiene la formación naranja, que le ha tocado ser esta vez la diana de todas las presiones.

Los de Albert Rivera coquetean por la derecha con el PP intentando ahora separarse del hedor de Vox y por la izquierda purgan a los candidatos “Sanchistas”, bajo no sé qué criterios de afinidad con el líder del PSOE. Con este escenario, los concejales de Ciudadanos se disponen a salir escena en el tablero de Castilla-La Mancha, en los que son llave para dar muchos gobiernos municipales a PP o a PSOE.

Entre los muchos casos, destacan las negociaciones que se están haciendo para el Ayuntamiento de Guadalajara. El pluriempleado Antonio Román, que se ha dejado la mitad de ediles tras ocho años como alcalde, podría renunciar como senador tan sólo un mes después de recoger su acta. Ciudadanos habría conseguido que Román accediera a dimitir en la Cámara Alta y centrara su atención en la ciudad, una aspiración desde hace años de los vecinos de la capital que hoy sería una realidad con tal de que los populares no perdieran la alcaldía.

Es curioso que un hombre que se presenta a unas elecciones para ser senador con el pretexto de defender los intereses de la provincia en un ámbito estatal, ahora venda su acta tan barata por conseguir un pacto con Ciudadanos y con Vox, a cambio de seguir en un cargo al que no le ha prestado la máxima atención por sus otras dedicaciones profesionales -sanitarias y en el partido-.

Tere Cardo