Otro varapalo judicial del Tribunal Supremo a los regantes de Levante

El presidente del sindicato de regantes de Murcia, Lucas Jiménez, pretende agotar la vía jurídica y no descarta iniciar acciones políticas contra esta sentencia que viene a sumarse a la del pasado fin de semana que anula determinados artículos del Plan Hidrológico y obliga al establecimiento de unos caudales ecológicos mínimos en la cuenca del Tajo. Ante la inevitable subida del precio del agua afirma que  el Scrats seguirá caminando "por vericuetos jurídicos en defensa de unos intereses que son de toda la ciudadanía, que no se nos olvide". Los regantes de Levante vuelven a sentirse el "ombligo de España" pretendiendo trasladar a toda la ciudadanía, un “supuesto” problema que solo afecta a los regantes del Levante español, razón por la que la organización adelanta que van a pedir "el apoyo de todas las fuerzas sociales para que se presione a la clase política" al objeto de buscar soluciones políticas "a este problema de los costes del agua que hace inviable una agricultura rentable en el Levante".

LOS CAUDALES ECOLÓGICOS

En relación a la reciente sentencia que obliga a establecer los caudales ecológicos en la cuenca del Tajo, el presidente del SCRATS afirmó que esta sentencia establece «algo que ya sabíamos y que el propio Plan del Tajo decía: que hay que fijar los caudales ecológicos del Tajo y del Ebro». A este respecto, el sindicato ha encargado estudios a expertos de reconocido prestigio internacional sobre caudales ecológicos, por lo que «no es algo nuevo ni nos pilla de sorpresa» valorando de esta manera la anulación de una medida de ejecución ahora urgente, que había sido aplazada en el actual Plan de cuenca al año 2021.

Jiménez destacó que "aumentar artificialmente y excesivamente el régimen de caudales ecológicos no beneficia a nadie, ni a los pueblos ribereños ni, por supuesto, a los ciudadanos del Levante que dependemos de esos recursos" sino que más bien «puede beneficiar a alguien que no ha pedido que se le beneficie más, que es la vecina Portugal», olvidando que la sentencia no habla de aumentar excesivamente los caudales del tajo, sino simplemente en cantidad necesaria al objeto de respetar los caudales mínimos ecológicos, exigibles y necesarios para el mantenimiento del río, de los peces y las riberas en condiciones apropiadas.

En definitiva, Lucas Jiménez, valoró que esta sentencia no supone una «amenaza» a la continuidad del Trasvase, cuya legislación «sale reforzada», pero lo cierto es que el aumento de caudales del Tajo, incide de manera directamente proporcional a la disminución del agua trasvasada a los regantes de Levante.   

P. Moratilla