Toledo sin lluvias y seco, sigue enviando agua a Murcia

Tras la conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre los caudales ecológicos mínimos de las masas de agua en el Tajo, todos los sectores implicados esperan las consecuencias y las primeras medidas que se habrán de tomar en relación con el agua. 

AEMET está avisando, que la elevación de las temperaturas y la falta de lluvias nos está avocando a una situación de sequía reversible en función del comportamiento del clima este mes de marzo, que sigue avanzando sin probabilidades de lluvia. Actualmente estamos viviendo periodos más o menos prolongados, con lluvia escasa, que el cambio climático hace cada vez más frecuentes e intensos. 

A ello hay que sumar la subida de las temperaturas en todo el territorio nacional, pero con el exponente en Ciudad Real, que ha sido noticia en los últimos días. A medida que aumenta la temperatura aumenta también la evaporación del agua, y esto tiene una consecuencia: a igual número de precipitaciones siempre habrá menor cantidad de agua disponible para los regadíos, que actualmente suponen el 85% del consumo de agua en nuestro país.  

La reciente sentencia del Tribunal Supremo puede verse afectada, por tanto,  por los planes especiales de sequía que permiten saltarse algunas obligaciones legales, entre ellas, mantener el caudal ecológico de los cursos de las aguas que alimentan los embalses. Lo que da herramientas a la Administración para seguir primando la satisfacción de la demanda en los regadíos. 

El actual Gobierno de Pedro Sánchez ha sido el único y por primera vez en la historia de España que ha considerado la necesidad de redactar una Ley de transición hidrológica, en la que la disponibilidad de los recursos marque la pauta a la hora de consumirlos y no al revés. Un proyecto que se ha quedado en el tintero debido a la repentina finalización de la actual legislatura.  

El Gobierno de Sánchez llegó a esta conclusión tras conocer que España va a disponer de un 30% menos de agua en las próximas décadas. La intención era crear una Ley de transición hidrológica que iría seguida a la del Cambio Climático, para adaptar la gestión del agua a la actual situación ambiental que muestra la evidencia de un cambio necesario y urgente.   

P. Moratilla