11M: De niño a mayor en 15 años | Borja Castro

De unos ficticios dibujos animados pasé a una cámara congelada de la Estación de Atocha que dejaba ver una columna de humo al fondo de la imagen: una cruda realidad. A todos los niños nos obligaron a ser adultos esa mañana y días posteriores a la barbarie de los atentados del 11M.

Los profesores de aquel año nos hacían dibujar como terapia para que expresáramos todo lo que nos llegaba a través de los medios de comunicación, de nuestros adultos. Preparábamos bonitos collages que pegábamos en las ventanas del patio acompañados de emotivos minutos de silencio a los que muchos de mis compañeros no alcanzaban a darle todo su sentido.

Éramos muy pequeños, tanto para no comprender que lo que pasaba, estaba cambiando la historia de España y la forma de vivir de las sociedades occidentales. Con 13 años marché por las calles de Madrid cogido de la mano de mis padres entre la marabunta que salió a manifestarse contra la brutalidad de aquellos ataques yihadistas a los que los dirigentes políticos de entonces se precipitaban por ponerles culpables. No era para menos, porque tres días después se celebraban Elecciones Generales.

A sabiendas de que estaban mintiendo, sin escrúpulos y con el dolor en carne viva, el Partido Popular tenía muchos intereses en señalar a la banda terrorista de ETA, porque la realidad –como pasó- hundiría sus resultados electorales. Estos ataques eran la respuesta directa a la política ejercida con despotismo de Jose María Aznar con sus arrepentidos aliados.

De aquella interesada gran Fake News, ya se hemos recorrido 15 años. Y si la desgracia nos unió esos días, de todo aquello ya ni nos acordamos. La política de hoy busca pescar en el enfrentamiento y en el conflicto los votos que no consiguen ganar con las ideas, por eso la derecha no titubea en expresarse con términos beligerantes de otra época, rescatando los fantasmas de ETA y poniéndolos al nivel de quienes reclaman hablar con urnas y no con bombas.

Esa España de hace 15 años, ya ha crecido, se ha formado, leído y viajado, por lo que sabe discernir cuando un político le miente y le engaña. Esta generación tiene las herramientas y la fuerza para no dar ni paso atrás, ni repetir los errores del pasado. Nunca permitiremos participar de más guerras y nunca permitiremos el enfrentamiento entre españoles.

Borja Castro