¡Oye, muchacho! ¿Qué son esos modales?| Lola Castro

La derecha ha caído definitivamente en brazos del insulto. Los políticos conservadores ya no saben enunciar grandes frases para salir en los informativos y se han convertido en auténticas fieras de circo, mezclando en sus discursos malsonantes argumentos y gruesas e hirientes palabras para ganarse la atención de los focos.

A los adjetivos descalificativos de Pablo Casado que dirigió a Pedro Sánchez en apenas 20 minutos -ocupa, felón, ilegítimo, traidor, etc.-, se ha subido el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó. El autor de hechos “repugnantes” según su compañera de partido Andrea Levy, se permite el lujo de dar lecciones desde una Cámara de la que ya tendría que haber demitido o cesado de sus funciones, por su relación con la “Operación Kitchen” y la supuesta creación de la “Policía Patriótica” en tiempos del ministro Fernández Díaz. Cosidó se vino arriba desde su portavocía y le dijo al presidente del Gobierno que a su próximo libro lo titulara en lugar de “Manual de resistencia”, de “incompetencia”. Peligrosas son las habilidades en las que Ignacio demuestra competencia, sea otro el caso del supuesto control que iba a tener el PP sobre el CGPJ y del Tribunal Supremo, en definitiva sobre la presunta imparcialidad de la justicia.

Estos son los modos de la nueva política que nos quiere vender la derecha, la de la crispación, los insultos y la humillación. Lo que no se alcanza a dar respuesta, es como estos señores y señoras demuestran tales formas habiendo sido educados en buenos, privados y cristianos colegios.

A estos nuevos políticos de la confrontación, que gastan muchas fuerzas en privatizar la educación y la sanidad, más les valiera que lo gastaran en jabón, para limpiar sus lenguas. El daño que le hacen a la política y el mal ejemplo que dan a la ciudadanía, ponen el nivel del agravio y la beligerancia muy a mano de cualquiera, y si ellos no cuidan las palabras porque las debe cuidar la calle.

Lola Castro