"Muchas razones para celebrar y muchos motivos para no bajar la guardia"

No olvidar los errores del pasado para no volverlos a repetir. Tener un objetivo claro: Gobernar haciendo lo contrario a lo que hizo Cospedal y anteponer los intereses de Castilla-La Mancha a los de cualquier formación política, son tres de las consignas, marcadas por el presidente de Castilla-La Mancha para gobernar la región durante los últimos cuatro años. Se puede estar más o menos de acuerdo con ellas, pero lo cierto es que la desidia, la pobreza y la tristeza reinante en 2015 se ha ido reduciendo en los últimos meses, de forma proporcional al aumento del empleo y disminución del paro, mientras los castellano-manchegos han comprobado que el objetivo de la política regional vuelven a ser los ciudadanos y no los sillones en Madrid ni los asientos de AVE, porque la política se vuelve a hacer desde aquí y para esta tierra. 

García-Page comenzó haciendo una reflexión necesaria tras los últimos acontecimientos, como es la de que los derechos adquiridos no son eternos, porque se pueden perder en cualquier momento, como los perdieron los dependientes en un paréntesis de 4 años de expedientes guardados en un cajón y que lograron ver la luz en la actual legislatura. La amenaza andaluza con la violencia de género, fue una realidad con los cierres de los centros de la mujer en Castilla-La Mancha bajo el gobierno de Cospedal. En aquella campaña electoral de 2011 el Partido Popular se marcó unas líneas rojas: No tocar la sanidad, la educación ni los servicios sociales. Hoy todos sabemos cuál fue el resultado. 

El presidente de Castilla-La Mancha afirma con rotundidad que "La diferencia entre el presidente que comenzó la legislatura y el que la acaba es ninguna", a pesar de los muros que ha habido que saltar a lo largo de ella, que no han sido pocos ni pequeños, y lo dice con la misma rotundidad a la que ha llegado a la conclusión de que en este país hoy no hay nada claro ni seguro, ni presupuestos, ni elecciones, ni pactos...

Sin embargo sí ha pretendido durante este tiempo dejar una buena muestra de la trayectoria recorrida que avala con claridad lo que se hará en el futuro. Escuchando con cercanía a los ciudadanos porque el "roce hace el cariño, pero el cariño no se traduce en votos". Por esa razón el presidente afirmó estar dispuesto a hacer frente a la segunda parte del partido, sin dejar fuera ningún esfuerzo y sin renunciar a ningún apoyo social para "recomponer el puzle destrozado de la comunidad autónoma" en la pasada legislatura, porque "hay compromisos genéticos en Castilla-La Mancha" y porque "los logros se han cosechado entre todos y no están garantizados porque en cualquier momento pueden darse la vuelta".

De toda su intervención hay algo que quedó muy claro "hay muchas razones para celebrar los avances conseguidos pero también muchos motivos para no bajar la guardia". 

DCLM