Los comedores escolares, bajo la lupa

Los responsables de las federaciones de Enseñanza y de Servicios de CCOO-CLM han solicitado por escrito una reunión, "lo más urgente posible", para abordar con la Consejería de Educación la imprescindible revisión de la normativa autonómica que regula el funcionamiento de los comedores escolares (decreto 138/2012) y los modelos de los pliegos de condiciones que rigen los concursos para la adjudicación de la prestación del servicio a empresas privadas.

A este respecto, CCOO recuerda que, "salvo unos pocos cocineros y auxiliares de cocina que siguen siendo personal laboral de la Consejería de Educación, todas las demás personas que elaboran los alimentos y atienden a los alumnos en los comedores escolares de la región están encuadradas en empresas privadas a las que se les debe exigir el cumplimiento de la nueva Ley de Contratos de las Administraciones Públicas y el Acuerdo de Estabilidad en las Contratas de la Junta".

En cuanto a la normativa autonómica sobre los comedores escolares, el sindicato considera imprescindible "adecuar a la realidad" el decreto de 2012, buena parte de cuyo contenido proviene del siglo pasado, y "que tras la externalización prácticamente total del servicio no define ni valora con la claridad y precisión necesarias las tareas que conlleva su prestación, ni atiende a la situación laboral de los profesionales que lo llevan a cabo".

"Hablamos de miles de personas, casi todas mujeres, cuyas tareas y competencias están mal definidas; cuyos salarios son muy bajos y cuyos contratos son precarios, casi siempre fijos-discontinuos y con jornadas laborales muy cortas", señala Brigi Soánez, secretaria general de CCOO-Servicios CLM.

Cada comedor escolar debe contar con al menos dos personas, una para preparar la comida y otra para atender al alumnado en el comedor, señala el sindicato en nota de prensda.

RATIOS

Una primera reclamación de CCOO es la revisión y modificación de las ratios vigentes de monitores respecto al número de comensales; "unas ratios que se mantienen desde al menos año 2000 y que a día de hoy son excesivas; y ni siquiera se cumplen en muchos casos".

"Tampoco se tienen en cuenta los alumnos esporádicos que, en función de las necesidades familiares, hacen uso extra del comedor; ni los casos en que el alumnado presenta necesidades especiales, problemas de alergias, de autonomía personal, prescripciones médicas particulares", se ha quejado CCOO.

Además, indica que las actuales necesidades del alumnado de comedores escolares hacen que las monitoras "ejerzan unas labores de atención integral a los alumnos, que en determinados casos pueden resultar muy delicadas, y sin disponer ni recibir la formación suficiente". El decreto 138/2012, no se especifica nada sobre personal de cocina y personal de catering, servicios que también se incluyen entre los que las contratas prestan a los centros educativos.

Además, señalan que "no se regula el tiempo necesario para cocinar, ni el dedicado a servicio o recepción de pedidos, comprobación de norma sanitaria, plan de calidad, etcétera" "Todas estas cuestiones reclaman una revisión de la normativa y una atención específica a la hora de redactar los pliegos de los concursos, subraya CCOO.

Además, el sindicato quiere que los propios pliegos establezcan con claridad las obligaciones laborales de las contratas, y que la Administración asuma "las labores de vigilancia necesarias para que las empresas acaten la normativa vigente y respeten el convenio colectivo estatal de Restauración Colectiva, que es el de aplicación al personal que presta servicio en de los comedores escolares".

"Los pliegos, deben requerir a las empresas que aspiren a gestionar este servicio, información escrupulosa sobre el convenio que aplican a sus plantillas, y muy en concreto de los contratos que formalizan, cuya duración mínima no puede ser inferior a dos horas diarias. Creemos imprescindible abordar todas estas cuestiones con la Consejería de Educación, para garantizar que los alumnos y alumnas que utilizan los comedores escolares reciban un buen servicio, un servicio de calidad; y que quienes lo prestan lo hagan en condiciones laborales dignas", concluye Soánez.