El alcalde de Malagón homenajea a la Inquisición con una cruz verde

Ha aparecido sorpresivamente en una pequeña placita de Malagón. Si bien el lugar ya era conocido como la plaza de la Cruz Verde, parece que el Alcalde, el popular Adrián Fernández, no le consultó a nadie sobre la instalación de una gran cruz sobre una base de granito, una cruz verde, que venía a sustituir a un pequeño quiosco que había estado allí toda la vida.

Si el alcalde hubiera consultado a los vecinos, quizá se habría encontrado con oposición y con polémica, la misma que ahora va a rodear los hechos consumados. Y es que la cruz verde es un símbolo aparejado al Santo Tribunal de la Inquisición y su presencia en dicho lugar no parece casual, en ese mismo sitio donde se ha erigido se celebraban los Autos de Fe que el Santo Oficio celebraba en Malagón en el Siglo XVI.

El hecho está recogido en el libro del historiador Joaquín Ortega Solés, “Malagón el Viejo”, donde señala que en ese lugar tenían lugar los macabros rituales de la Inquisición, que se hayan perfectamente documentados y en los que aparecen con nombres y apellidos los agraviadores de la fe y los castigos que le fueron impuestos. 

La vinculación de la cruces verdes a la Inquisición se debe la procesión que se llevaba a cabo las víspera de la celebración pública del Auto de Fe, a la que se denominaba precisamente la procesión de la Cruz Verde, que discurría acompañada del estandarte del Santo Oficio, que era llevado por una persona importante. Detrás de él desfilaban los familiares, comisarios y notarios de la Inquisición, así como los representantes del clero regular y secular. El objeto de la procesión era llevar la Cruz Verde y el estandarte de la Inquisición al lugar donde al día siguiente se iba a celebrar el Auto de Fe. La cruz quedaba cubierta con un velo negro y "familiares y monjas velaban toda la noche, protegidos por un destacamento de soldados", según recoge Josep Pérez en su obra “Breve Historia de lnquisición Española”. ​

No parece que festejar con un monumento a la institución causante de tantos sucesos trágicos en España tenga justificación alguna, salvo que todo ese mundo oscuro, intolerante y funesto siga siendo motivo de orgullo patrio en algunas mentes de la derecha española. 

DCLM