Detenido un francotirador que pretendía matar a Pedro Sánchez

Según publica en exclusiva el diario "Público", fue detenido en su domicilio de Terrassa, donde tenía un arsenal de 16 armas de fuego, incluidos rifles de alta precisión y un subfusil de asalto. Decía estar dispuesto a "sacrificarse por España".

Este vigilante de seguridad privada con licencia de armas buscó cómplices en watsap “para acabar con este rojo de mierda”, frecuentaba ambientes ultraderechistas, llevaba pistola y era maestro en el tiro. Fue capturado por los Mossos de Esquadra hace tres semanas tras la denuncia de una persona que leyó uno de los mensajes en el que pedía apoyo logístico para matar al presidente. También solicitó ayuda para acceder a la agenda de Pedro Sánchez y aseguró que no le importaba ser capturado después ya que estaba “dispuesto a sacrificarse por España”.

Cuando los mossos entraron en su casa, el 19 de septiembre, se encontraron un arsenal fuera de la ley: “16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a 1.000 o hasta 1.500 metros de distancia. En su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal…Varios fusiles habían sido modificados”.

Según Público, tras su detención, la policía avisó a La Moncloa donde pidieron discreción por lo que no se comunicó el incidente.

Murillo se encuentra en prisión incondicional cerca de Martorell donde confesó nada más ingresar sus intenciones de acabar con la vida del presidente.

"Tenía la voluntad, la preparación, el armamento y el fanatismo suficientes para dar en el blanco: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, es un tirador sobresaliente, el mejor de los del club de tiro olímpico del Vallés en el que practicaba y competía con éxito desde hacía muchos años, hasta convertirse en un experto en armamento; un francotirador avanzado capaz no sólo de modificar armas cortas o largas, sino incluso de construirlas.

Con una personalidad obsesiva –a los 30 años se le metió en la cabeza hacer la maratón y logró convertirse en un buen corredor de fondo–, y un historial familiar de problemas psicológicos, a sus 63 años Manuel Murillo Sánchez se inflamó contra el líder socialista a raíz del anuncio de que se iban a exhumar y sacar del Valle de los Caídos los restos de su admirado Francisco Franco".