Los 600 hectómetros de Núñez

Hay situaciones en las que la defensa de la tierra prima por encima de partidos políticos y hay políticos que así lo han demostrado. José Bono (Gobierno regional) lo hizo en su día frente Borrell (Gobierno central) negándose al campo de tiro en Cabañeros y ahora lo hace García-Page negándose a los trasvases del Tajo al Segura. 

Resulta bochornoso por otro lado escuchar al PP, cuando dice que García-Page no ha conseguido más agua para el Tajo, pero que Cospedal consiguió llegar a los 400 hectómetros para el mínimo trasvasable a la cuenca levantina, pero no hablan de los caudales ecológicos que deberían correr a lo largo del cauce del río Tajo. A la situación actual se llegó con el célebre Memorándum del Agua, firmado por la derecha española hace unos años, aprovechando que no había ninguna voz que les llevara la contraria dentro de los Gobierno regionales y mientras Rajoy era presidente a nivel nacional. De aquellos polvos, estos lodos. Para quien se limite a leer y creer las palabras de algunos políticos, será un argumento suficiente, pero no para quienes ven pasar el agua sobre sus cabezas mientras los camiones les abastecen para poder beber. 

Ahora llega el nuevo presidente del PP de la región, Francisco Núñez, a contarnos que siempre estará de acuerdo en conseguir más agua para Castilla-La Mancha, algo que era impensable escuchar de su boca cuando Cospedal o Rajoy eran presidentes, ni siquiera mientras Cospedal fue ministra, dando buena muestra de lo que se conoce como "obediencia debida". Nunca rechistó a Isabel García Tejerina, ministra de Rajoy, e incluso defendió el ATC para Villar de Cañas y la sanidad privada. Pero ahora toca conseguir votos a costa de la mentira. 

Así, mientras el PP de Castilla-La Mancha critica todos y cada uno de los movimientos que el gobierno de García-Page realiza en la defensa del agua, el nuevo presidente se permite el lujo de decir que defiende más agua para el Tajo, al mismo tiempo que Valencia y Murcia, dos comunidades autónomas independientes, con gobiernos del PP y el PSOE se ponen de acuerdo para no acabar con el trasvase. Incluso el presidente murciano ha afirmado que "Estoy convencido de que si Francisco Núñez y yo nos sentamos a hablar de agua, llegaríamos a un acuerdo que satisfaga las necesidades de las dos cuencas" sobre todo para "mantener" algo que ya es inviable como el trasvase Tajo-Segura. 

A partir de ahora solo hay que observar al líder popular castellano-manchego para comprobar si sus palabras son consecuentes con sus actos y su línea de gestión está enfocada a la mejora de Castilla-La Mancha, o si además de defender la sanidad privada y el ATC para Villar de Cañas también va a entregar en bandeja el agua del Tajo a Murcia. Ahora lo tiene fácil, asumir el documento elaborado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha llamado "Pacto por el Agua". Aunque teniendo en cuenta que quien irá a esa reunión en defensa del agua de Castilla-La Mancha es Ana Guarinos, las posibilidades son realmente mínimas.   

DCLM