¿Quién es el libio?

Existe una leyenda que no es urbana sino cortesana porque tiene como escenario las Cortes de Castilla-La Mancha. Dicen que las intervenciones de sus señorías son grabadas y luego una máquina se encarga también de realizar las transcripciones. En ese proceso surgió una palabra recurrente: aparecía muy a menudo la palabra “libia”, tanto que llamó la atención, se escucharon las cintas y, en fin, que la tecnología no miente. Era verdad, pero no se trataba como algunos podía pensar de alusiones al país del norte de África.

No. Hay un diputado en las Cortes, al parecer del PP para más señas, que cuando exhibe su oratoria dice muy a menudo “libiadecí”, un uso probablemente procedente del mundo árabe que significa “le voy a decir”, abreviatura similar a la que utilizaba Mariano Rajoy cuando decía “soría”, en vez de señoría.

Libiadecí esto, libiadecí lo otro. Tanto que a ese diputado ya le llaman “el libio”, incluso algunos de sus compañeros. Claro que, bien mirado, podría ser también el Livio, con uve, lo cual le conferiría cierta autoridad académica al recordar nada menos que a Tito Livio, el paduano, que escribió una Historia de Roma con 142 libros por los años 30 antes de Cristo.

¿Quién es el Libio, o el Livio?

DCLM