17-A: El recuerdo de las víctimas tiznado por los independentistas

Barcelona se tiñe de gris en este a veraniego día de agosto. El sufrimiento y dolor que se palpa en sus calles, puede sentirse en el corazón de las gentes de bien que aunque se mantengan en la distancia, e incluso sean considerados extranjeros en su tierra, tienen en su sentimiento el dolor de los crímenes perpetrados hoy hace un año en la Rambla de Barcelona. 

La más burda de las manipulaciones, la política, que se hace en las altas esferas se sigue percibiendo aunque la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, haya manifestado su deseo de que los verdaderos protagonistas sean los familiares de las víctimas del fatídico 17 de agosto de 2017. A unos metros de la ofrenda floral los manifestantes en silencio mantienen carteles con consignas contra el Gobierno de España y el Rey, por eso aunque se ponga de moda el eslogan "Barcelona ciutat de pau" no parece que sea real. 

Una pancarta escrita en inglés lanza un mensaje que no va destinado a los catalanes, ni a los españoles, sino a la comunidad internacional "The spanish king. Not welcome en the catalan countries", el Rey español no es bien recibido en los países catalanes, lo que indica que quien lo escribió no domina muy bien el idioma anglosajón o que la ciudadanía tendrá que asumir el desconocimiento de cuáles son las tierras que hacen el plural del país catalán. De cualquier manera, las noticias dicen que desde las 5 de la mañana un grupo de montaña de los Mossos d´Esquadra ha intentado quitar la pancarta de ese lugar, sin que haya sido posible hacerlo hasta esta hora. ¿Qué es lo que les impide quitarla?, ¿Por qué mezclar el independentismo con el terrorismo?

Existe una segunda pancarta en otro de los edificios de la Rambla en el que puede leerse también en inglés "Vuestras guerras nuestros muertos" donde caricaturizados los reyes español y saudí se estrechan la mano.

Lo lamentable es que en el día de hoy los españoles, incluidos los catalanes, tengan que estar más pendientes de este tipo de detalles que del recuerdo de las personas hace un año paseaban por las calles de Barcelona y que en su inmensa mayoría ni siquiera eran catalanes, pero así es el escenario mientras una madre australiana llora la pérdida de su hijo de 7 años cuando estaba de vacaciones,  ajena a todo ello y sola frente a los independentismos del momento.

Dclm.es