El aznarismo se ensaña con Cospedal que puede darle la presidencia a Casado

En una entrevista en El Español, que rezuma aznarismo puro y duro, el que fuera secretario de estado con Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, pone de vuelta y media a Cospedal: "La militancia, dice Rodrígez, ha estado por encima de los cargos y de las llamadas amenazantes de Cospedal’; ‘el cáncer era Cospedal y menos mal que los militantes hemos coincidido en eso’; Cospedal ha destrozado el PP".

Es decir que el aznarismo carga contra Cospedal y ensalza al delfín de Aznar, Pablo Casado, cuando Cospedal es la única que puede ahora darle la presidencia a Casado con los votos de sus compromisarios. Son algunas de las paradojas o contradicciones de un partido en recomposición o en descomposición.

Cospedal dijo aquello de que ‘cada cual aguante su vela’ pero fue ella quien tuvo que aguantar la vela de un cáncer creado por el aznarismo, germen tanto de la corrupción como de la búrbuja inmobiliaria que nos llevó a la crisis de la que culparon a Zapatero.

Cospedal, "el cáncer del PP", tuvo que dar la cara por muchos corruptos de su partido, simbolizados en el desfile de los ilustres invitados  a la boda de la hija de Aznar que rezumaba bigotes y correas en el más puro estilo don Corleone.

Cospedal podría haberse quedado en Castilla-La Manca pero su ambición le llevó a Génova para tener que defender a muchos descendientes del espíritu de aquella boda que ahora quieren colocar al mirlo Casado con el apoyo del cáncer Cospedal.

Miguel Ángel Rodríguez, que llama gamberro a Pedro Sánchez, nos enseña que las tramas corruptas como la creada por Aznar se tapan de otra manera, con la misma autoridad que le permite afirmar: "Lo de la corrupción institucional lo ha dicho un juez. Sabemos quién es y quien le paga".

Sin duda que el PP necesita un renacimiento pero no de un ave fénix con esta tarjeta de presentación.

DCLM