¿Cuántos políticos deberían dimitir en Castilla-La Mancha?

Podemos preguntarnos, si la dimisión del ministro de Cultura, Maxim Huertas es justa o no lo es. Las penas por los delitos o faltas cometidas tienen un solo objetivo que es la reinserción del culpable. Una vez cumplida la pena y transcurrido un plazo de tiempo, el expediente se borra y se comienza de nuevo. 

Ahora, tras la presión del PP desde el minuto uno por el nombramiento del ministro y tratando Huertas de evitar el difama que algo queda del Partido Popular, con muy buen criterio decidió dimitir. Lo lamentable es que ese criterio no se haya aplicado ni se haya aprendido la lección por parte de los políticos conservadores. Los ciudadanos seguimos contemplando actuaciones como manipulación de currículums, falsificación de másters o alteración de las contrataciones públicas vulnerando la ley, mientras los autores y protagonistas siguen ostentando su cargo dentro de las filas del Partido Popular. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta el comportamiento de su aún cabeza visible, Mariano Rajoy, en relación con las acusaciones de corrupción del PP que nunca ha tenido la humildad de reconocer, ni de pedir perdón a los ciudadanos.

DOLORES DE COSPEDAL

Hubiera estado muy bien la dimisión de la diputada por Toledo, Dolores de Cospedal, cuando su nombre salió en los papeles de la corrupción que inunda al Partido Popular. Tal vez, cuando reconoció que la única vinculación de su marido con el PP es ella, y lo dijo en Comisión Parlamentaria. La presencia del nombre "López del Hierro", en los sumarios de Gürtel, Pujol, o Lezo debería haber sido suficiente para mostrar humildad y reconocer errores. Su partido ha sido condenado a título lucrativo por los jueces y ella es aún secretaria general.

RAFAEL CATALÁ

El diputado por Cuenca, Rafael Catalá, debería haber dimitido, no después sino antes de su reprobación en el Congreso de los Diputados, cuando quedó patente su obstrucción a la investigación de los casos de corrupción. Podría haberlo hecho cuando, durante su dirección como responsable de Justicia fueron reprobados el Fiscal General del Estado y el Fiscal Anticorrupción. Posteriormente, ha tenido muchas más  oportunidades para dimitir pero jamás supo utilizarlas y ahora ya es muy tarde. 

AGUSTÍN CONDE

El ex secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, debería haber dimitido por su vinculación con la corrupción llamada "Diplomacia del Caviar", porque al final será el único político de los involucrados que no pagarán su error con la puesta a disposición de su cargo.  

ANA GUARINOS

La diputada regional del PP, Ana Guarinos, debería haber dimitido cuando fue firme la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha que la condenaba por violación de los derechos fundamentales, en el año 2015, hace tan solo tres años (de lo de Maxim Huertas hace ya 10). El motivo: negar el derecho de participación política al Grupo Socialista de la Diputación de Guadalajara. Suficiente como para que una persona con tal condena no ostentara más cargos públicos al menos durante 10 años como mínimo, el mismo tiempo en que va a seguir cumpliendo su sanción administrativa Maxim Huertas. Lo lamentable es que una cosa es lo que dice la justicia y otra muy diferente, lo que hacen los partidos políticos.

Dclm.es