De Drácula a Frankenstein

Tenemos expresión nueva en los medios políticos, una vez más, sacada a la luz por el Partido Popular. Atrás quedaron los "platos de lentejas", "el pacto de los sillones", "el gobierno nespage", "el Gobierno social-comunista", y los "chavistas", utilizados con excesiva frecuencia por el PP de Castilla-La Mancha, tan repetitivos en su digestión, como las sardinas o el chorizo.

Palabras utilizadas a modo de hashtags por los populares, a veces de forma localizada, a veces con cobertura nacional como "delincuentes", "filoetarras" o "traidores", con el objetivo de desorientar al oyente de noticias o al ciudadano de a pie, desviando la atención de sentencias o realidades. 

Lenguaje y frases hechas que se han hecho famosas por lo repetitivo de los usos, mientras se hacen cábalas para meterlos en algún rincón de cualquier discurso, mitin o rueda de prensa. Como cuando Cospedal dijo aquello de "el PP o la nada", no sabemos si la "o" era utilizada con sentido excluyente, o para formar un sinónimo. Las "hierbas" que desayunaban los independentistas según Rafael Hernando. La "sal" de la estatua que parecía Inés Arrimadas según Martínez Maíllo o lo "Ruiz", mezquino, deleznable y miserable" que es para Rajoy, el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Ahora los populares se adelantaron a definir el Gobierno de Pedro Sánchez, como "Gobierno Frankenstein", pensando tal vez que, el Consejo de ministros, estaría integrado por piezas de diferentes partidos. Probablemente pensaran en la participación de Podemos o algún que otro independentista. Sin embargo, la decisión de Sánchez en la composición de un Gobierno unitario, ha dejado descolocado el sentido del Frankenstein, porque los únicos trozos que se han unido con facilidad pasmosa, han sido las del puzzle previamente estudiado. Es la falta de retórica de los diputados del PP regional, la que les obliga a utilizar el mismo vocabulario que parece imponer la calle Génova, y que deja clara su nulidad creativa.

Insisten una y otra vez en el Gobierno Frankenstein de Pedro Sanchez, aunque los populares hubieran preferido que los ciudadanos llamaran al Gobierno de Rajoy, “Gobierno transfusión”, por la vitalidad que insisten en hacernos creer que ha significado el paso del Partido Popular por Moncloa, lo lamentable es que a lo máximo pueden aspirar, utilizando por simpatía el lenguaje cinéfilo, es “Gobierno Drácula”. Sobre todo si tenemos en cuenta las sentencias de corrupción y los dineros "chupados" a los ciudadanos de este país.

Al fin y al cabo, a los ciudadanos les queda el consuelo de que Frankenstein fue capaz de amar.  Drácula no solo no lo era, sino que arrastraba a su submundo a cualquiera que se cruzara en su camino.

elObservadorDCLM