Las verdaderas razones que han dejado solo al alcalde de Azuqueca de Henares dentro del PSOE

La semana ha comenzado en el PSOE de Guadalajara con la confirmación del enfrentamiento entre José Luis Blanco, alcalde de Azuqueca de Henares y el aparato del partido a nivel regional. Dicho problema interno ha trascendido a los medios por un artículo que el propio edil firmaba, en el que repasaba la victoria y resurgir de Pedro Sánchez al frente de la Secretaría General, para terminar contándonos que su apoyo a Sánchez le ha costado su soledad en la formación. En el texto también añadía que tampoco le ha venido muy bien que se enfrentara a Emiliano García-Page por la secretaría regional del PSOE. Y aquí terminan todos los motivos para José Luis Blanco.

Lo cierto es que al alcalde de Azuqueca de Henares le han pasado factura sus cambios de lealtades -primero a Eduardo Madina [diciendo que rompería el carné del PSOE si ganaba Pedro Sánchez] y luego pasándose a Pedro Sánchez-, que hasta no hace mucho le sirvieron para llegar a donde está. Pero su mayor desgaste ha venido por su falta de lealtad al partido, a sus estatutos y a sus militantes.

Desde el inicio de la legislatura en Azuqueca de Henares comenzó a protagonizar los primeros escándalos cuando intentó pactar en diciembre de 2015 con un trásfuga del grupo de Ganemos en el Ayuntamiento. Esto le costó el primer toque de atención, que sumó a los diferentes avisos que recibía del partido por sus negociaciones y acuerdos con la oposición a espaldas de la militancia en temas muy sensibles.

En numerosas ocasiones se le ha criticado la opacidad con la que gestionaba las fianzas del partido y el uso que hacía de la agrupación municipal en beneficio propio, con publicaciones emitidas desde el PSOE local del todo interesadas. Pero las decisiones más controvertidas han tenido lugar recientemente, participando de la estrategia de la oposición de Azuqueca de Henares y secundado la colocación de carteles que exigían a Emiliano García-Page el inicio de las obras en el nuevo Centro de Salud, cuando él conocía que estaba a punto de resolverse el proceso de licitación. Una muestra de la actitud revanchista y rencorosa con la que estaba gobernando, en este caso por perder en el proceso de primarias contra el hoy presidente de Castilla-La Mancha.

A la lista de razones se añaden las amenazas dirigidas a militantes de su agrupación que han sido denunciadas por los mismos en redes sociales, incluso con demandas judiciales de por medio. Y es que el tono arrogante con los compañeros de partido se ha mantenido en estos años, con gestos como dejar plantados a los militantes en asambleas, faltar a congresos provinciales en los que se decidían importantes asuntos para el PSOE, censurar a sus concejales en reuniones y publicaciones, esconder a dirigentes nacionales, regionales y provinciales de Azuqueca; y la más importante: faltar a sus obligaciones con el PSOE municipal, no pagando las cuotas y avocando al partido a una situación financiera complicada.

Parece evidente que en cualquier formación política con estatutos y normas claras, conductas como la de José Luis Blanco se resolverían con su expulsión. Por el momento, el PSOE ha iniciado los debidos expedientes informativos. ¿Será la carta publicada este lunes la respuesta anticipada a un futuro expediente de expulsión?

Dclm.