Una Ley contra el maltrato animal en Castilla-La Mancha

Castilla-La Mancha tendrá una Ley en defensa de los animales que prohibirá “el maltrato en todas sus formas, las mutilaciones, las prácticas de tiro con animales o la presencia de animales salvajes en circos”. La Ley no incluye las corridas de toros aunque va a ser difícil explicar que en las corridas no se maltrate animales; tampoco incluye los parques zoológicos en los que también puede cuestionarse si no es maltrato la cautividad en jaulas, o proyectos como Puy Dy Fou donde se espera que no existan espectáculos en los que se practique la violencia con animales.

En 1990 (hace 27 años) comenzó a tramitarse en el Parlamento de Canarias una Ley en defensa de los animales que, en principio, solo protegería a los denominados “domésticos”. En realidad, la norma perseguía regular y evitar en lo posible dos prácticas que se consideraban tradicionales en las islas, las peleas de perros y de gallos. La Ley entró en el Parlamento pero una iniciativa ciudadana reunió más de veinte mil firmas para proponer una Ley más completa que realmente impidiera el maltrato animal. Al año siguiente, 1991, la Ley fue aprobada bajo la presidencia del centrista Lorenzo Olarte que, a pesar de ser un gran aficionado a los toros, no tuvo más remedio que aplicar una norma que, entre otras cuestiones prohibe “maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir sufrimientos o daños injustificados; abandonarlos; mantenerlos en instalaciones inadecuadas; practicarles mutilaciones, excepto las controladas por veterinarios en caso de necesidad, por exigencia funcional o para mantener las características de la raza; no facilitarles la alimentación necesaria para su normal desarrollo; suministrarles sustancias que puedan causarles sufrimientos o daños innecesarios...

La Ley de Canarias no prohibía expresamente las corridas de toros pero la última corrida en las islas tuvo lugar en 1984: no era fácil, además, trasladar toros al archipiélago y existía poca afición a la llamada fiesta nacional. La Ley de las islas prohíbe “la utilización de animales en peleas, fiestas, espectáculos y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad o sufrimiento”. La única excepción son las peleas de gallos y con unas determinadas condiciones. Esta Ley se encuentra ahora mismo en revisión para intentar completar algunas lagunas.

Aunque resulte sorprendente para muchos no es sencillo proteger a los animales de los seres humanos. No hay duda que habrá polémica en Castilla-La Mancha aunque en un futuro leyes como estas parezcan más que evidentes e incluso una vergüenza para los llamados animales racionales.

elObservadorDCLM