El Muro (en clave Juego de Tronos) (Teresa Suárez)

El año 2017 trajo un invierno duro y frío como ningún hombre antes había conocido en el Norte. La Larga Noche duró cuatro años en los que los norteños, asustados por lo que habían hecho, no dejaron de tiritar y mesarse los cabellos mientras las lágrimas se helaban en sus mejillas.

Durante aquella oscuridad aparecieron por primera vez los Otros, descendientes de los otomíes (pueblo original de las tierras altas de México), morenos, de baja estatura, nariz ganchuda, pies desparramados, algunos con el pelo colocho (en su lengua rizado) pero la mayoría de cabello lacio. Unos seres extraños que aborrecían a toda criatura con sangre gringa en las venas.

¡Eran innumerables! Procedentes de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, ni todos los sheriffs juntos de California, Arizona, Nuevo México y Texas, podían frenarlos. El desconsuelo y la falta de esperanza son combustibles que impulsan lejos, sobre todo cuando huyes de un país con poco futuro donde la vida y la muerte caminan de la mano.

Mientras los espaldas mojadas invadían la tierra, los patrulleros (Border Patrol Agents) de la Guardia de la Noche, con sus sombreros de cowboy, Ray-Ban de espejos y sus armas reglamentarias (y las de andar por casa escondidas en el calcetín) luchaban para frenar su avance.

Entonces llegó él, Brandon [Donald] Stark, conocido como El Constructor, y prometió erigir un Gran Muro destinado a impedir que los Otros penetrarán en su territorio. Esa promesa, entre otras de igual catadura, ayudó a convertirlo en Rey en el Norte.

Construido a base de cemento e ideado para separar los Siete [cincuenta estados y un distrito federal] Reinos de las tierras salvajes de más allá, el Muro tendrá 3.185 kilómetros (1.951 millas) de longitud (aún no se ha decidido cuál será su altura). Se extenderá desde la desembocadura del Rio Bravo con el Golfo de México hasta un punto situado entre El Paso y Ciudad Juárez. Se rumorea que los planos contemplan la excavación de túneles subterráneos en su base, fuertemente protegidos, a través de los cuales solo los hermanos juramentados de la Guardia de la Noche, con el permiso del Lord Comandante claro está, podrán cruzar a México en caso de necesidad sobrevenida (juerga, alcohol, prostitutas y todo tipo de drogas).

En su delirio, El Constructor sueña con que su Muro supere la fama de la primera edificación defensiva de este tipo que se levantó en la isla de Britania, entre los años 122 y 132, por orden del emperador romano Adriano para defender su territorio de las belicosas tribus de los pictos.

Durante varios esperanzadores meses, nadie consideró a Brandon [Donald] Stark como el indiscutible Rey en el Norte pero, tras una encarnizada lucha en las urnas, derrotó a su antagonista principal, Hillary Clinton del Reino de Nueva York, que se despidió jurándole lealtad ("le debemos mente abierta y la oportunidad de liderar").

El Norte siempre ha tenido fama de región dura y hostil ante cualquier enemigo."Yo no voy a esperar un año y medio para construir el muro, ni voy a ponerme de acuerdo con México", ha dicho en su último discurso el Rey. Los Otros "pagarán el muro" para devolver así "el daño causado", afirmó con rotundidad.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha vuelto a reiterar que su Gobierno "no pagará" el muro que el presidente electo de Estados Unidos quiere construir en la frontera común para frenar la inmigración ilegal. Pero todos los pueblos conocen que la testaruda e irracional defensa que del ideal del sueño americano hacen los norteños siempre es para echarse a temblar.

Donald Trump jurará su cargo como presidente de Estados Unidos el 20 de enero: Winter is coming.

Teresa Suárez Fernández