CMT es la autonómica con peor audiencia, menos que Bob Esponja

Castilla-La Mancha TV no consigue remontar los datos decrecientes de audiencia y ello a pesar de que en los últimos días la dirección del ente público ha trasladado a algunos editores y jefes de sección la necesidad de no abrir siempre los espacios informativos con la presidenta regional, María Dolores Cospedal, y su cohorte de consejeros, como ocurría, indefectiblemente, hasta ahora.

Si se echa un vistazo a las escaletas de estas últimas jornadas puede apreciarse que hay un intento, que algunos juzgan como "desesperado", para evitar la omnipresencia de la información política e institucional, fundamentalmente del PP con algunas esporádicas intervenciones del PSOE, siempre contestadas por alguien de la formación conservadora. En la redacción se comenta que se quiere volver a los orígenes, "en cierta manera", cuando la cadena pública era una referencia cada vez que se producía un suceso relevante o un temporal castigaba la región. "Pero el servicio público de momento no surte efecto", denuncian algunos profesionales que admiten que los últimos datos generales no apuntan hacia un cambio de tendencia.

La prueba más evidente está en las cifras de este martes de Barlovento Comunicación, donde la cuota de pantalla de la televisión autonómica fue del 3,3 por ciento, menos del 4 holgado que suele cosechar Bob Esponja en Clan TV. Al margen de las TDT, lo cierto es que este martes Castilla-La Mancha TV fue la cadena regional menos seguida, por detrás incluso de 8TV (3,9), Telemadrid (4), TPA (5) o Canal Nou (5,3). En el cómputo general de este mes de marzo CMT de momento es la penúltima, con un share del 3,9, sólo por delante por 8TV con un 3,9. Y muy lejos del envidiable 10,9 de Aragón TV, por ejemplo.

En medios periodísticos y políticos regionales se subraya que, a la vista de estos resultados, no cabe culpar a la fragmentación de las audiencias en favor de las cadenas temáticas, como en alguna ocasión ha explicado el director general, Nacho Villa. Sí parece más probable hallar la causa de este desplome progresivo en una programación que no termina de llamar la atención y el interés de los castellanomanchegos. "Los informativos no son lo peor, ni mucho menos, pese a la merma considerable respeto a los valores heredados por el primer equipo nombrado por Villa cuando se produjo el cambio de Gobierno. Se han creado muchos espacios de audiencia irrelevante, cuyos guiones son prácticamente un calco unos de otros, supuestamente dedicados a la música, el folclore o las campanas, que no enganchan al público", explica un trabajador que insiste en no facilitar su nombre.