El 'pucherazo' electoral de Cospedal, "un ataque inaceptable al sistema democrático"

En una entrevista para dclm.es, la coordinadora de UPyD en Castilla-La Mancha, Celia Esther Cámara, habla del "ataque inaceptable al sistema democrático" que supone modificar, de manera unilateral, el Estatuto de Autonomía para reformar la Ley Electoral, pero también sobre su visión de cómo ha evolucionado nuestra región desde que llegó a la política activa en 2008 o cómo va la implantación de su partido en la Comunidad Autónoma.

¿Qué le parece la intención de María Dolores de Cospedal de modificar, de forma unilateral, sin acuerdo, sin diálogo con el resto de las fuerzas políticas y sociales, el Estatuto de Autonomía para reformar la Ley Electoral?

Un ataque inaceptable al sistema democrático, en una democracia representativa como la nuestra, y un desprecio a las formaciones políticas y sociales de nuestra Región.

La falacia que se intenta trasladar a los ciudadanos como un ahorro para las arcas públicas, no se sustenta considerando dos decisiones adoptadas por la presidenta Cospedal, como son, por una parte, la eliminación del sueldo a los diputados regionales y, por otra, la decisión igualmente adoptada de forma unilateral el pasado año, aumentando en cuatro el número de diputados de la Cámara, ya instalados en plena crisis económica.

Según esa reforma y, en caso de reducir como pretende a la mitad el número de escaños en las Cortes Regionales, los partidos llamados "minoritarios" muy difícilmente podrían obtener un diputado...

Evidentemente. El cálculo matemático (fórmula D'Hont bastante desproporcionado siendo, como es, la provincia la actual circunscripción electoral) utilizado para asignar los escaños en base al número de votos obtenidos, dispara el tanto por ciento necesario para obtener un escaño por parte de fuerzas políticas minoritarias.

Es evidente que la reforma está diseñada para perpetuarse en el poder, habida cuenta del rechazo ciudadano a los brutales recortes que el Gobierno 'popular' en Castilla-La Mancha ha puesto en marcha, lo cual se traduce en un importante descenso en intención de voto.

Usted llegó a la política activa en el año 2008: ¿Cuál es su visión sobre la evolución de Castilla-La Mancha desde ese año, en función de los cambios políticos operados en los últimos años que afectan y mucho a los ciudadanos?

Quienes me conocen, me consideran persona optimista y vitalista; sin embargo, la actual situación sociopolítica de nuestra Región es muy preocupante, y no hay más que echar mano de datos económicos; un paro galopante del 31,51% (más de cuatro puntos por encima de la tasa nacional), y que se dispara si hablamos de paro juvenil.

La riqueza en Castilla-La Mancha ha caído vertiginosamente, superando el descenso del PIB en más del doble de la cifra nacional que fue del -1,4%. Cerca del 28% de la población castellano-manchega está en el umbral de la pobreza.

Si a esto añadimos que para que la presidenta regional pudiera dar ejemplo de cómo alcanzar el objetivo de déficit (la panacea de todos los males según los Gobiernos del PP), no ha dudado en sacrificar a centenares de empleados públicos que han pasado a engrosar las listas del paro; recortar centenares de millones de euros en la Sanidad Pública, la Educación Pública y los Servicios Sociales de los ciudadanos.

En definitiva, Castilla-La Mancha hoy es una Región profundamente indignada con los reiterados incumplimientos electorales de la presidenta Cospedal, que se siente engañada y defraudada en sus expectativas de mejoras sociales y económicas prometidas cuando estaba en la oposición.

Ahora mismo parece importante responder a esta pregunta, otras veces más obvia: ¿Para quién deben trabajar los políticos?

Es en efecto una obviedad: el político es un servidor público y como tal debe emplear su tiempo y sus esfuerzos en solventar los problemas de los ciudadanos.

Desgraciadamente, los términos se han invertido en la actualidad dando la impresión de que en lugar de ciudadanos libres con derechos, son siervos al servicio de quienes ostentan el poder político.

Da la sensación de que no existe una unidad de partidos y otras fuerzas sociales como los sindicatos, unidad entre sí y con los ciudadanos, cuando los políticos honestos que luchan por los intereses de todos son absolutamente vitales para poner un muro a quienes pretenden acabar con las conquistas sociales, éticas y morales de muchos años, a favor de castas o intereses particulares...

En efecto, no existe porque no hay altura de miras, porque para los políticos actuales (que no olvidemos se han convertido en el tercer motivo de preocupación para los ciudadanos), su meta está en alcanzar el poder exclusivamente y, a partir de ahí, buscar los resortes para perpetuarse en él.

El ciudadano pasa a ser un mero espectador al que se recurre (porque no hay más remedio) cada cuatro años para escenificar una democracia que desde hace años pide a gritos una imprescindible regeneración que alcance a la práctica totalidad de las instituciones.

¿Cómo va su implantación en Castilla-La Mancha?

Desde que UPyD surge en el panorama político español copado por dos viejas formaciones políticas en las que tantos años de ejercicio de poder han hecho mella, evidentemente, hasta el extremo de necesitar una urgente e imprescindible regeneración, nuestras propuestas han ido calando en la sociedad.

Hemos logrado abrir sedes en todas las capitales de provincia, a las que animo a los ciudadanos a ir para conocer nuestro proyecto de sociedad bastante alejado del que propugnan los dos viejos Partidos: PP y PSOE.

En nuestro "código genético" está la actividad en la calle informando a los ciudadanos de la labor que nuestros concejales y diputados, tanto nacionales como regionales, están llevando a cabo como muestra de nuestra forma de hacer política allí donde nuestra presencia en las instituciones lo permite.

Y, finalmente, decir que, a pesar de la grave situación económica que soportamos, continúa aumentando la afiliación en Castilla-La Mancha así como la presencia de simpatizantes que se implican en nuestro proyecto, a veces incluso más que los propios afiliados.