Detenidos seis integrantes de una red que robaba con violencia extrema

La Guardia Civil de Cuenca y Albacete, en el marco de la operación 'Onion-Golgi', han desarticulado una organización criminal dedicada a robos en domicilios. Se han detenido a un total de seis personas de nacionalidad rumana de entre 26 y 43 años de edad; a los que se les imputa un delito de pertenencia a grupo criminal, así como la autoría de cuatro delitos de robo con violencia e intimidación en domicilios habitados y tres delitos de robo con fuerza en domicilios, cometidos en varias localidades de sendas provincias.

Según informa el instituto armado, la investigación se inició en el mes de agosto del año 2023, a raíz de producirse un robo con violencia en un domicilio habitado de la Manchuela conquense. Los autores, vestidos con ropa oscura y encapuchados, irrumpieron en el domicilio y se dirigieron al dormitorio de la víctima donde, mediante violencia física y tras maniatar e intimidar a la única moradora de la vivienda con un arma de fuego, sustrajeron dinero en efectivo, joyas y un arma de fuego; huyendo a continuación con los efectos sustraídos.

Ante la gravedad de los hechos y tras producirse más robos similares a éste en varias localidades de Cuenca y Albacete, agentes especializados del Equipo de Policía Judicial de San Clemente de la Guardia Civil de Cuenca y del Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Comandancia de Albacete, lograron determinar que los autores pertenecían a un grupo criminal compuesto por varios varones de nacionalidad rumana que residían en dos localidades de la Manchuela conquense.

ASÍ OPERABAN

El 'modus operandi' de este grupo criminal consistía en la obtención de información de posibles domicilios de objetivos, realizando labores de vigilancia sobre los mismos, utilizando incluso medios técnicos como localizadores GPS e inhibidores de frecuencia, con el fin de asegurar la comisión de los delitos sin riesgo de ser detectados.

Además, hacían uso de fuertes medidas de seguridad, cambiando de vehículos, de domicilios e incluso salían del territorio nacional en dirección a su país de origen si detectaban presencia policial.

Una vez consideraban que la situación se había enfriado, regresaban de nuevo a territorio nacional; donde reanudaban sus actividades delictivas.

Durante la comisión de los hechos delictivos investigados, los autores ejercían gran violencia sobre los moradores de las viviendas, a los cuales sorprendían mientras dormían, agrediéndoles físicamente, atándoles con bridas de plástico y cuerdas, amenazándoles con armas de fuego y objetos contundentes y punzantes, no dudando en golpear a las víctimas para que les dijeran el lugar de ocultación de sus bienes; generando estos hechos gran alarma social entre los vecinos de la Manchuela.