Según UGT, el desempleo de los mayores de 55 años es ya un problema estructural en Castilla-La Mancha

• Según la Encuesta de Población Activa, el peso de los mayores de 55 años en el total de activos de la región ha pasado del 11,9% al 21,3%. Del mismo modo, cada vez son más los mayores de 55 que engrosan el porcentaje total de desempleados. Si hace 10 años representaban el 10%, en la actualidad son el 20% del total de parados

UGT Castilla-La Mancha asegura que el envejecimiento de la población está marcando la evolución del mercado laboral de la región. Las personas mayores de 55 años en activo se han duplicado en la última década, también el porcentaje que representan del total de parados, lo que -según pone de manifiesto el sindicato- da cuenta de las dificultades crecientes a las que se enfrentan. 

La secretaria de Empleo y Política Sindical de UGT CLM, Isabel Carrascosa, señala que el desempleo de este colectivo se ha convertido en un problema estructural debido a lo complicado que es para ellos reengancharse al mercado de trabajo, lo cual les suele desplazar a la inactividad o a volver a encontrar un empleo con peores condiciones en un momento crucial de su trayectoria vital y laboral.

El 37% de la población de Castilla-La Mancha tiene más de 55 años. Hace 10 años suponían el 27%. Según la Encuesta de Población Activa, el peso de los mayores de 55 años en el total de activos de la región ha pasado del 11,9% al 21,3%. Del mismo modo, cada vez son más los mayores de 55 que engrosan el porcentaje total de desempleados. Si hace 10 años representaban el 10%, en la actualidad son el 20% del total de parados. 

Isabel Carrascosa habla de que el edadismo -la discriminación social de las personas por cuestión de edad- está cada vez más extendido en el mercado laboral. Los despidos y las prejubilaciones se están normalizando, en muchas ocasiones como modo de ahorro económico de las empresas.

Asegura que las políticas activas de empleo deben reformarse para que estas personas puedan tener la oportunidad de actualizar sus competencias y poner en valor sus capacidades, facilitándoles igualmente un itinerario individual y tutorizado que les devuelva al mercado de trabajo y no “a un proceso agónico hasta que enganchan con la jubilación”. 

“Estas personas cuentan con una herramienta muy valiosa: la experiencia. Sin embargo, no se las está ofreciendo posibilidades reales de acceder a un empleo de calidad”. Concluía señalando que, muchas veces, las principales barreras con las que se encuentran los mayores de 55 años son determinados estereotipos falsos.