Los españoles que no estaban preparados para la democracia

Todos lo que vivieron la transición recordarán aquella frase repetida entonces hasta la saciedad: “España no está preparada para la democracia”. Era una verdad a medias porque había una parte de España, o mejor de españoles, que no estaban preparados para que, tanto en su vida privada como en la vida social, otros y otras pudieran pensar y que, además, decidiera la mayoría a través de las urnas; españoles que pretendían seguir manteniendo privilegios, aprovecharse del dinero público, negar cualquier tipo de reclamación ante una injusticia o, simplemente, ante una preferencia negada o una simple manera de vivir prohibida.

Desde entonces, las cosas han cambiado pero aquella herencia de la dictadura se mantiene muy viva entre muchos de los que estos días se manifiestan en Madrid con símbolos nazis, banderas españolas con el aguilucho del franquismo, gritos contra la Constitución, la monarquía, la policía, cercando la sede del PSOE día tras día e insultando a sus dirigentes y deseándoles la muerte. 

Incitan al odio, incitan a que los que no piensan como ellos odien la bandera sin el aguilucho, una bandera que es de todos los españoles y de la que se han adueñado dando a entender que ampara sus acciones tan repletas de rencor y de ignorancia.

Porque probablemente estemos viviendo el episodio más esperpéntico y cutre de nuestra historia democrática. Todo parte una vez más de la negativa de la derecha, de esos restos de la dictadura franquista y del nuevo trumpismo, a aceptar que tras las últimas elecciones no ha sumado los suficientes apoyos para formar gobierno, para mandar en su España, algo que ya se ha repetido en otros países y en otras ocasiones. 

Antes, habían manipulado encuestas que daban al PP y Vox mayoría absoluta. Pero no fue así y decidieron iniciar un espectáculo en el que se mezclan ingredientes que demuestran en particular y para gran preocupación de todos una excesiva ignorancia, arrogancia y falta de educación cívica. Porque hacen parecer mucho más educados y sensatos a los otros ciudadanos que ven pasar a estos radicales con sus banderas y no les responden en plena calle. Porque son mucho más educados los miles de militantes socialistas que están viendo cómo rodean sus sedes y no responden tampoco, evitando enfrentamientos que podrían generar un aumento de la violencia y que, al no producirse, frustra ciertos deseos de frentismo social. Hay que dar las gracias a todos los que no responden a estas provocaciones. Porque un militante socialista puede preguntarse con toda razón: ¿por qué tengo yo que aguantar que cada tarde sitien mis sedes?

En este circo del esperpento, hemos visto enfrentamientos entre los mismos grupos de manifestantes, entre quienes protestan e insultan con máscaras ante las sedes del PSOE y quienes rezan el rosario. Entre avesmarías, quienes rezan critican que otros se dediquen a gritar cuando la Virgen María, según han asegurado, es la única que podía haber evitado que Pedro Sánchez se convirtiera en presidente. Pues bien, no lo ha hecho, hagamos caso a la Virgen que al parecer nos desea lo mejor a los españoles, que respetemos a los creyentes pero también al resultado de las elecciones.

En este circo de la ignorancia, utilizan absolutamente fuera de su contexto términos como dictadura, dictador, libertad, golpe de estado, nazis, etcétera, desvirtuando sus verdaderos significados. El hecho es grave por diversos motivos. El primero es que se trata de conceptos de un importante contenido en la historia de la humanidad por los que muchos llegaron incluso a morir y que se suponía ya no era preciso aclarar. Su utilización en las manifestaciones, llamando “golpe de estado” a lo que está sucediendo demuestra una absoluta manipulación y, lo que es peor, una tremenda ignorancia por parte de personas que se supone han tenido acceso a una mínima educación y que llaman dictador al presidente electo. Utilizan conceptos como dictadura porque ignoran que en una dictadura nunca habrían podido salir a manifestarse o mucho menos a no ser respondidos por quienes no piensan como ellos que, como se ha demostrado, son muchos más que ellos.

No es que el Partido Popular esté siendo cómplice de este esperpento, es que parece que lleva su firma tras el llamamiento de Aznar, el dictador que manda en la derecha del PP y Vox. Porque hemos escuchado al propio Feijóo asegurar que se ha consumado un golpe de estado y pedir a Sánchez que "no juegue con la convivencia y no tensione a la sociedad": ¿quién intenta dar un golpe no respetando el resultado electoral, quién juega con la convivencia, quién tensiona a la sociedad, Alberto?

Hay que agradecer la calma que guardan millones de españoles demócratas que soportan y respetan también que unos militares retirados pidan un alzamiento contra un presidente legítimamente elegido. 

Digamos a los ignorantes y a quienes los manipulan que eso sí es una llamada al golpismo y que un partido democrático como el PP se ha convertido en cómplice de un circo que hace tiempo se pasea por España con sus leones, sus payasos, sus escapistas o sus forzudos. 

El esperpento, la ignorancia y los bravucones deberían ir haciendo mutis por el foro porque cada día que pasa pierden más credibilidad.

elObservadorDCLM