LA MADRE DE UNA HIJA AGREDIDA SEXUALMENTE, muestra su "más enérgico enfado por la eliminación de los Puntos Violeta en Talavera de Reina"

Esta es la carta íntegra de la madre de Talavera: 

“Desde el dolor y la rabia que me produce hacer este escrito, quiero hacer público que el pasado fin de semana mi hija (menor de edad) fue agredida sexualmente por un energúmeno en una noche que debía haber sido una noche de diversión con sus amigas y amigos y que desgraciadamente se convirtió en la peor noche de su vida, y de la mía también. 

Una violación que sé que va a quedar grabada en su cabeza el resto de su vida y que en la mía no deja de martillear la idea de porqué ha tenido que pasarle algo así y de qué tipo de animal es capaz de hacer eso. 

La impotencia y la rabia que siento como madre al ver el sufrimiento de mi hija y que debo disimular delante de ella porque lo que necesita es que por encima de todo le apoye e intente paliar su sufrimiento, me lleva a mandar este escrito a los medios de comunicación para mostrar mi más enérgico enfado ante las noticias que he visto en las que indica que el Ayuntamiento de Talavera ha decidido eliminar los puntos violetas en las ferias. 

Miren señores del ayuntamiento, los cuerpos y fuerzas de seguridad hacen admirablemente su trabajo cuando se produce un delito como el que se cometió el fin de semana contra mi hija, y que desde aquí agradezco su actuación. Así como a otros recursos que de forma inmediata actuaron para ayudarnos. Pero creo que tan importante como atender a las víctimas es concienciar para evitar que esto pase, para que ninguna chica tenga que acudir a policía por haber sufrido una agresión sexual. 

Y si alguien ha acudido alguna vez a los puntos violeta en ferias anteriores ha podido ver como los chicos y chicas tenían ocasión de realizar actividades de concienciación para reconocer actitudes sexistas que desgraciadamente son nuestro día a día y cuya consecuencia máxima está sufriendo mi hija, y muchas hijas, para detectar signos de alerta. Los chicos también aprenden de esto, toman conciencia de actitudes que ellos mismos reproducen y no consideran graves. Se llama educar. 

Hay que concienciar y prevenir para que ninguna niña más sufra estas agresiones, y ningún padre ni madre sientan lo que yo estoy sintiendo ahora mismo. Que es un dolor indescriptible y que sólo quien lo sufre sabe lo que se siente. Ojalá ustedes no tengan que padecerlo nunca en primera persona porque les adelanto que es terrorífico. 

Con estas medidas lanzan un claro mensaje, niegan que esto ocurra y desatienden una realidad que pasa y lamentablemente seguirá pasando. 

Si piensan que protegen a nuestras hijas porque le ponen a disposición tres puntos de seguridad para cuando irreparablemente sean víctimas de agresiones sexuales, es que desconocen y no tienen un mínimo de empatía ni humanidad y asumen que tendrán víctimas, sí o sí. Cuando su responsabilidad debería ser poner a disposición de la juventud espacios en los que la concienciación por parte de profesionales especializados ayude a evitar que haya chicas a las que, como le ha ocurrido a mi hija, una noche de diversión entre amigas se convierta en la peor noche de su vida”.