Sálvame del agujero negro supermasivo de Anas Rosas Quintanas

Luces y sombras, menudo alivio y menudo castigo. Salvado del Sálvame, no podía ocultar mi incomodidad con la previsible proliferación de Anas Rosas Quintanas en el super, en la sopa y en el signo ascendente de mi carta astral.

La noticia vino del Astrofísico de Canarias donde sus científicos descifraron el enigma del agujero negro fugitivo. Según la interpretación original podría tratarse de una región finita del espacio, con una concentración de masa tan elevada que ninguna partícula pudiera escapar de ella, ni siquiera la luz. Era la definición menos compleja del Sálvame, una concentración supermasiva de dimes y dirites que nos dejaba para siempre porque, según sus creadores, se trataba de basura espacial, otro tardío descubrimiento en el espacio-tiempo que en realidad tiene que ver con que Jorge Javier Vázquez no haya reprimido nunca sus opiniones públicas en favor del actual gobierno y en particular -vaya atrevimiento- de su presidente Sánchez. En su lugar, nos dejan ahora a otra superestrella supermasiva, armada de un poderoso campo gravitatorio a la derecha. Y nos preguntamos: ¿cómo escapar ahora de Ana Rosa?

Ha sido el telescopio espacial Hubble el que ha descubierto esta inusual y delgada estructura de estrellas que parecían ser todas ellas la misma estrella, igual que sucedía en la película “Cómo ser John Malkovich”. Su primera hipótesis fue que se trataba del paso de un agujero negro supermasivo a través de una enorme nube de gas, algo que en realidad ya nos temíamos todos. 

El alivio y la inquietud llegaron cuando, diferentes equipos científicos insistieron en explorar diferentes escenarios menos exóticos y descubrieron que esta misteriosa traza de estrellas formada hace ocho mil millones de años, con un tamaño similar a nuestra Vía Láctea, es en realidad y simplemente una galaxia sin bulbo, vista de canto.

El hallazgo tiene luces y sombras. Por un lado, desaparece de nuestras sopas el Sálvame que se convierte en un auténtico agujero negro fugitivo, pero al otro lado de nuestra Galaxia de Plasma aparece y no precisamente de perfil una supermasiva presencia de estrellas Anas Rosas, que vienen a insistir mañana y tarde sobre su peculiar manera de interpretar el come-cocos de su Universo Local, virado a la superderecha y con tal concentración de masa que tal vez no podamos escapar nunca de ella: es capaz de oscurecer la luz ella sola y más con sus supermasivos tertutianos.

Gracias a los científicos canarios, la solución es que nosotros mismos nos pongamos de perfil con el mando de la tele en la mano y naveguemos por el universo de plasma, obviando todo rastro de este nuevo intensivo agujero negro: no quieres sopa, pues toma dos tazas.

Personalmente, he puesto un nombre a mi mando: Sálvame de Ana Rosa.

elObservadorDCLM