Los empresarios desconfían ya de Feijóo y del resto de los actuales líderes de la derecha española, incluida Ayuso

Los que mandan en el Partido Popular empiezan a mostrar una justificada preocupación por el deterioro de la imagen de buena parte de sus líderes, elegidos por ellos para derribar a Sánchez. Algunos ya piensan que los cambios de presidente y candidato deberían realizarse mucho más cerca de las elecciones, que ilusionen a los ciudadanos antes de que los conozcan de verdad y como complemento perfecto al acoso millonario hacia la imagen del presidente del actual gobierno. 

Cuando lanzaron a Pablo Casado por el balcón de Génova pensaban que Nuñez Feijóo iba a ser un nuevo líder sólido, todos lo pensamos, de hecho subieron en las encuestas considerablemente, incluso en las encuestas que no encargaban ellos mismos. Pero a medida que ha ido pasando el tiempo y el gallego se manifiesta en toda su realidad y espontaneidad, se están descubriendo sus carencias tanto de liderazgo nacional, su escasa cultura, sus meteduras de pata que circulan por las redes, su menos que elemental conocimiento de un idioma básico como el inglés y su sometimiento público y evidente a la otra apuesta de los que dirigen al PP en las sombras, Isabel Díaz Ayuso. El otro problema es que esas mismas carencias se están descubriendo en la presidenta madrileña, una atrevida marioneta inconsistente de la escuela de Cospedal, Aguirre y Cifuentes. 

Quienes manejan encuestas más cercanas a la realidad, entre ellos algunos empresarios notables, tampoco están contentos con la deriva de la alternativa a Pedro Sánchez, un presidente que ha sabido salir airoso de varias grandes crisis, que ha dado estabilidad y unidad al estado español y, sobre todo, a nuestra economía que recibió tantos heraldos negros de hundimiento para inicios de este 2023. Todo lo contrario, las grandes empresas se han aprovechado de esa estabilidad, han conseguido cifras históricas de beneficio, récords constantes de empleo y de afiliados a la Seguridad Social.

Si la cúpula empresarial no manejara encuestas preocupantes para la derecha, si no asistiera a este episodio tan evidente de mejora generalizada en todos los parámetros de nuestro país, no daría a Sánchez y a otros gobiernos socialistas de comunidades autónomas el regalo del pacto de los salarios con los sindicatos a escasos días de iniciarse la campaña electoral. Ojo al dato.

La consistencia del tan denostado Sánchez se va imponiendo al espectáculo de la negación permanente, la falta de apoyo en lo más evidente, la falta de autenticidad, la carencia de solidez en las puestas en escena y, en definitiva, los balbuceos de estos fallidos líderes de la derecha que inspiran tan poca confianza como al candidato del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez.

elObservadorDCLM