El Gobierno de Castilla-La Mancha, premiado por mejorar la atención a pacientes con reacciones infecciosas en sus centros sanitarios

¿Qué es la Sepsis?

La sepsis es una reacción del organismo ante una infección causada por microorganismos patógenos, como bacterias o virus. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se trata de una complicación que tiene lugar cuando el organismo produce una respuesta inmunitaria desbalanceada, anómala, frente a una infección.

Es una enfermedad tiempo dependiente y, si no se diagnostica y trata de forma temprana, puede ocasionar desde daño irreversible a los tejidos.

En España se calcula que la incidencia de sepsis es de 100 y 150 casos por 100.000 habitantes, entre 50.000 y 75.000 personas cada año, de las que fallecen alrededor de 17.000. En Castilla-La Mancha se calcula entre 2.500 y 3.000 casos al año.

La sepsis acarrea un importante uso de recursos sanitarios, ya que ocasiona largas estancias, utilización de camas de cuidados intensivos y produce reingresos.

La aplicación del Código Sepsis disminuye la utilización de recursos porque, al instaurar precozmente y de manera adecuada el tratamiento, reduce las complicaciones y los reingresos. Además, al aumentar la adecuación de los tratamientos antibióticos, disminuye el uso de los mismos.

Su objetivo es la detección, lo más precoz posible, del paciente con sospecha de sepsis en cualquier nivel asistencial, además de la estandarización de la atención y tratamiento más idóneo del paciente, cumpliendo una serie de medidas terapéuticas desde el minuto cero y durante las primeras horas tras su detección. Otro de sus objetivos es el seguimiento adecuado del proceso séptico del paciente hasta su resolución.

Su aplicación se realiza con equipos multidisciplinares, con la implicación de diferentes especialidades médicas, quirúrgicas y de enfermería, y coordinando las actuaciones entre niveles asistenciales y de forma homogénea en todas las gerencias del SESCAM.

Aunque se activa en los centros hospitalarios, la detección de sospecha puede y debe empezar a nivel extrahospitalario, tanto en Atención Primaria como en el ámbito de las Urgencias y Emergencias, ya que al tratarse de una enfermedad tiempo dependiente, la atención en la primera hora es fundamental para evitar mortalidad y secuelas.