Mala suerte amigos, Feijóo se mete en otro jardín y no es del paraíso

No soplan vientos favorables para el Partido Popular y para su ala radical, Vox. Por más que se asoman a la ventana, no ven llegar por el horizonte un atisbo de los heraldos negros que se supone iban a sumir en el pozo más profundo a nuestra economía. Mala suerte amigos, parece que los cosas marchan mejor de lo esperado, no se hunde España, no se hunde el empleo y parece que hemos salido incluso de la crisis sanitaria generada por la pandemia y vamos saliendo de la económica, derivada de la guerra de Putin. España sale adelante y no precisamente con las banderas de Vox, se desinflama la soflama nacionalista en Cataluña, no queda rastro de ETA en el País Vasco y -ya sabemos que los males nunca vienen solos- el líder que eligieron quienes mandan en el PP tras defenestrar a Casado no hace más que meter la pata como un principiante. 

Hace unos días tuve una conversación casual con un islamista que hace poco se ha instalado en nuestro país. Me hablaba de las bondades de su religión y, entre ellas, aseguraba que ellos son mucho menos violentos que los cristianos y que nos han metido un montón de ideas equivocadas sobre el yihadismo que es, decía, un movimiento pacifista. No quise entrar en polémicas porque no merecía la pena y por evidentes cuestiones de prudencia, cosa que no ha hecho alguien que aspira a ser presidente del gobierno de España. En esa pugna con Vox por el rancio nacionalismo hispánico aliado con una y mil cruzadas, Feijóo entró a su propio trapo y aseguró lo contrario de lo que me dijo el islamista: que los cristianos son los buenos, abriendo así la puerta a un debate innecesario. Hasta la Conferencia Episcopal le ha dado a entender que no se meta en jardines, que deje en paz a Dios y a los negocios y que si quiere aprender a hacer oposición que escuche la Cope. No es tan difícil, solo se trata de seguir poniendo cada día el traje al gobierno y a su presidente sin pisar charcos porque al final todos se van a dar cuenta de que la única tarea de la derecha en España es una puesta en escena de actores secundarios con la única intención de tratar de derribar cuanto antes al gobierno y ocupar su lugar para hacer saltar la banca que, por si no lo saben, hay muchas apuestas sobre la mesa. 

elObservadorDCLM