Alberto Rojo: «Aspiro a poder gobernar en solitario, con solidez y moderación»

Alberto Rojo Blas (Guadalajara, 1975) es alcalde de la capital arriacense desde 2019. Tomaba el bastón de mando después de 12 años de gobierno del PP, con Antonio Román al frente, cuya gestión dejó a la ciudad con algunas carencias. Y si el punto de partida era complicado, durante estos cuatro años, Rojo ha tenido que hacer frente a múltiples y variadas circunstancias, como una pandemia, la borrasca «Filomena» o las consecuencias económicas de la Guerra de Ucrania. A pesar de esta realidad, el equipo de gobierno caracense –integrado por concejales socialistas y de Ciudadanos– ha conseguido sacar diversos proyectos adelante, vinculados a la cultura, a la educación o al estímulo del comercio local. Por ello, el actual primer edil ya ha anunciado que volverá a presentarse a la alcaldía en los comicios de 2023.

El ámbito educativo ha sido noticia en Guadalajara, de la mano del nuevo campus universitario de la UAH. ¿Cómo influirá esta nueva infraestructura en la vida y la ciencia de Guadalajara?

El campus viene a cambiarlo todo. En primer lugar, hará que Guadalajara se convierta en una verdadera ciudad universitaria. En ello trabajamos desde hace ya varios años, porque queremos que este espacio dé vida a la ciudad, sobre todo a un casco histórico que está iniciando –actualmente– una verdadera transformación. Por otro lado, queremos crear y retener talento en el municipio, que todo el conocimiento y la innovación que emanen del nuevo campus sirvan para impulsar nuestro modelo económico.

Guadalajara se encuentra a poco más de 50 kilómetros de Madrid, y mucha gente se va hasta la capital española a comprar. ¿Qué medidas estáis tomando para estimular el comercio local arriacense?

Es un asunto complejo y común a todas las poblaciones que nos encontramos a poco más de 20 minutos de una gran ciudad, como es Madrid, que ejerce mucha influencia sobre nosotros. Pero en esto Guadalajara ha dado un salto importante. Vivimos una verdadera revolución desde el punto de vista del ocio y la cultura. Nuestra localidad ofrece hoy muchísimas posibilidades y esto desactiva aquellos planes de «vamos al teatro a Madrid y ya aprovechamos para cenar y para comprar». Lo estamos viendo ahora con unas navidades históricas. Nosotros fomentamos la vida en la ciudad, para evitar ese efecto, y –al mismo tiempo– estimulamos el consumo con planes y medidas específicas desde el punto de vista del comercio, como la campaña de Navidad, el Black Friday u otras fechas señaladas –el día del padre o la madre–.

Hace unos días, descartabas la peatonalización del centro de la ciudad, pero sí apostabas por la creación de una zona de bajas emisiones en dicho entorno. ¿Esto podría fomentar el turismo en la localidad?

Esta idea estimulará muchas cosas y el turismo es una de ellas, qué duda cabe. Vamos a tener un casco histórico más amable, regenerado, más verde, con más espacio para el peatón... Por otro lado, estamos impulsando la rehabilitación, la apertura de negocios... Cuando acaben las importantes obras que vamos a realizar y empiecen a hacer efecto las medidas que estamos planteando, el centro de Guadalajara será diferente. Es más, dentro de un par de años, nuestro casco histórico no tendrá nada que ver. En este contexto, 2023 va a ser importante y se producirá un hito simbólico: empezará a desaparecer el gran solar que afea nuestra plaza Mayor. 

Has dirigido un gobierno de coalición formado por Ciudadanos y PSOE. ¿Cómo calificarías el funcionamiento de este pacto? ¿Se podría reeditar?

En 2019 gané las elecciones municipales con un proyecto ilusionante de cambio que, a pesar de todas las dificultades –pandemia, temporal Filomena, guerra en Europa–, estamos ejecutando con éxito. Me lo dicen, con alegría, muchas personas en la calle. Me aseguran que Guadalajara se está moviendo, vienen cambios y son ilusionantes. Esto ha sido posible gracias a un acuerdo del PSOE con Ciudadanos. Una coalición en el que pensamos únicamente en la ciudad. Un pacto que era la mejor opción para la capital provincial. Porque en 2019 había que elegir entre cambiar desde la moderación y el diálogo con la sociedad (PSOE. Cs) o dejar que las cosas siguiesen igual, con un giro al extremo (PP, VOX y Cs) que siempre sería negativo. Creo que el gobierno de coalición ha funcionado bien porque a la ciudad le va mejor y pienso –también– que Guadalajara no quiere extremos.

Ya has anunciado que volverás a ser candidato socialista a la alcaldía de Guadalajara en 2023. ¿Qué expectativas electorales tiene el PSOE en los comicios caracenses?

Me presentaré ante los vecinos y vecinas con mucha humildad y responsabilidad, pero también con la tranquilidad de saber que lo estamos dando todo en el mandato más complejo de la democracia. Las dificultades nos han marcado los ritmos, pero el objetivo sigue siendo el mismo: que Guadalajara esté viva, que la gente tenga oportunidades y que todos y todas podamos convivir con respeto y tolerancia, valorando nuestra diversidad. Con la misma ilusión pediré apoyo a mi ciudad para seguir cambiando, para continuar alejándonos de la idea de ser –con todo el respeto del mundo– un pueblo pequeño o una ciudad dormitorio. Queremos vida y oportunidades. La gente también lo desea. Sólo hay que ver la calle para darse cuenta. Para que todo esto siga y no demos pasos atrás, necesito el apoyo mayoritario de los vecinos y vecinas. Y sí, claro, aspiro a poder gobernar en solitario, con solidez y moderación.