En lo que estás es lo que pasa

Fui a comprar un regalo de Navidad para una persona amada. En el mostrador había una mujer que parecía presumir de un comportamiento muy desagradable hacia quien la atendía con una sonrisa. Era una chica joven, seguramente, pensé, contratada para estas fiestas. Cuando se fue la mal encarada, le pregunté si era capaz de aguantar todo el día sonriendo, me respondió que al menos se lo proponía por su propia salud. Y eso, añadió, que decían que la pandemia nos iba a hacer mejores con los demás. Había llegado otra mujer mayor que escuchaba la conversación y exclamó: ¡ “Sí, mejores…”! 

Los tres reímos y creo que pensamos en la Navidad, en estos días en que algunas personas adoran como los Magos y otras odian como caínes. Hace años hice un curso de pensamiento positivo en el que aseguraban que siguiendo la deliciosa, aunque nada científica Ley de la Atracción, "En lo que estás es lo que te pasa". Era una vuelta refinada a la sabiduría popular de refranes como "Perro flaco todo son pulgas" lo que en el lenguaje de las finanzas o de la agricultura viene a ser que recoges lo que siembras como una inversión y que tu futuro feliz o no depende de las sonrisas, los afectos y rodearse de otras personas que también los cultiven o vender en corto en el mercado financiero porque los inversores avispados saben que la crispación va a la baja, al menos en estos días de paz, amor y estrellas que marcan un futuro mucho más brillante. Es la fórmula matemática para ganar abrazos, paz, amor, sabiduría, fuerza y belleza.

Todo eso para decir que buena parte de nuestro futuro depende de mantener la sonrisa y dedicarla y sembrarla hacia quienes intuyen que, si estás en el mal rollo, tu aura atraerá los íncubos y los súcubos del Mago de Oz, las pulgas del perro flaco. 

Por el contrario y fielmente seguidor de la frase que encabeza estas palabras, me apunto a la explosión de flores del mundo hippie: “Gente bonita hace edificios bonitos”, “Haz el amor y no la guerra”, o “Aprende a vivir como si fueras a vivir toda la vida y vive como si fueras a morir mañana”.

Muchos días felices.

elObservadorDCLM