Ellos no son la solución, (son gran parte del problema)

Es cierto que vivimos momentos de crispación a muchos niveles. Una parte importante de esa crispación la generan desde el entorno político del PP y Vox. Nos muestran el caos, lo acentúan hasta el límite y se ofrecen como nuestros salvadores. La ecuación es sencilla, aunque la escondan entre el embrollo que generan.

Ese mismo PP y Vox, directores del concierto de la crispación y el caos, han llegado al paroxismo de las más oscuras maniobras en su empeño más que sospechoso por mantener secuestrado al poder judicial. Desde este secuestro que ya dura cuatro años, utilizan el filibusterismo político para perpetuar su control tratando de paralizar desde el judicial la tramitación de una ley que se aprobaría en las Cortes soberanas para acabar con ese secuestro. 

Se trata de una interferencia inadmisible en una democracia con reparto de poderes. En otras palabras, el PP utiliza su secuestro de la justicia para dar un golpe de estado contra el poder legislativo y seguir impidiendo así que se renueve la cúpula de la justicia en España. La connivencia entre el PP y cierta cúpula judicial resulta ya más que evidente, debían ser los propios jueces quienes defendieran su independencia y salieran ya de esta trama plagada de sospechas.

Surgen al respecto varias preguntas muy relevantes: ¿puede el poder judicial paralizar la tramitación de una iniciativa en las Cortes donde reside la soberanía popular?, ¿qué teme exactamente el PP si se reforma el poder judicial según el mandato constitucional? ¿A qué se debe esta guerra tan nuclear para mantener a toda costa el poder sobre la justicia o alargarlo hasta una posible victoria electoral? Porque si ganara el PP las próximas elecciones, se encargarían de renovarlo utilizando los mismos procedimientos que ahora niegan y, en ese caso, seguirían controlando a la cúpula judicial, ya con toda legitimidad.

Nos están dejando bastante claro que cuando gobierna la derecha, PP y Vox, sirven a los intereses de unos pocos grupos muy poderosos que son en realidad quienes manejan estos partidos; cuando están como ahora en la oposición necesitan el voto de muchos españoles para volver al gobierno y mienten con promesas que luego nunca cumplen: hacen todo lo contrario.

Ahora se han convertido además en crispadores profesionales: les interesa que España viva el peor ambiente posible, una situación irrespirable, les interesa poner lupas sobre las crisis y que afecten lo más posible al mayor número posible de ciudadanos; si la economía va mejor, si España tiene la inflación más baja de la UE y se genera la cifra más alta de empleo desde 2008, lejos de alegrarse como españoles, porque eso no está en su guion del desastre, intentan maquillar las cifras, esconderlas o directamente mienten.

Secuestran la justicia y son profesionales de la crispación, fomentan el odio y el enfrentamiento dando a entender que todo lo que sucede en el mundo es culpa del gobierno y que ellos, el PP y Vox, son la única solución.

Critican los pactos con los nacionalistas, pero ellos pactaron con los nacionalistas; critican al independentismo, pero cuando ellos están en el gobierno, se viven los momentos más graves de intentos separatistas en España. Con el PP en el Gobierno es cuando más cerca hemos estado de que “España se rompa”.

En realidad, les importa un bledo la sedición o la malversación, solo quieren recuperar el gobierno cuanto antes y como sea.

elObservadorDCLM