El acto de la Academia de Infantería en Toledo, por la Inmaculada recibe más de 600 invitados

La Academia de Infantería de Toledo ha recuperado todo su esplendor este jueves en el Acto Castrense que se ha celebrado con motivo de la Patrona de la Inmaculada Concepción, al que han asistido unos 600 invitados entre representantes políticos e institucionales y ciudadanos.

La lluvia ha dado tregua este jueves 8 de diciembre al acto que ha comenzado a las 12.00 horas en la Plaza de Armas de la Academia, presidido por el general Amador Enseñat y Berea, jefe de Estado Mayor del Ejército.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, también ha sido testigo de excepción, junto al consejero de Fomento, Nacho Hernando y el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca.

EL VALOR DE LA INFANTERÍA

El coronel Álvaro Díaz Fernández, director de la Academia de Infantería de Toledo, ha tomado la palabra para alegrarse de celebrar un acto con normalidad, "como Dios manda", después de dos años de pandemia.

Ha centrado su alocución en los valores que encarnan los infantes, que a pesar del "frío, el hambre o el sueño" afrontan su tarea con "ímpetu" y siendo "fieles" al juramento que les une a su país.

A su modo de ver, la Infantería representa el servicio a la patria, el valor y la lealtad, valores que son "ejemplo" y "no mera palabrería", valores que se materializan en cada batalla y que no deben olvidar nunca, porque el infante "lucha, pelea, obedece y muere" por su país.

PAGE APELA A LA UNIDAD

Minutos antes del acto, el presidente de Castilla-La Mancha ha mostrado su orgullo por las Fuerzas Armadas "que está entre las instituciones, junto con la Guardia Civil o la Policía Nacional, más valoradas en todo el país". Se ha referido al 44 Aniversario de Constitución española, recientemente celebrado, y ha pedido unidad de país "para poder resolver las discrepancias entre unos y otros por el medio que nos hemos dado, la democracia y la Constitución".

"En ella caben todas las ideas, incluso las de aquellos que lo que buscan es machacarla y atacarla", ha señalado García-Page, que considera la Carta Magna como "un texto muy incluyente y permisivo, armado de paciencia, porque aguanta insultos y ataques, y ahí está su fuerza".

Por ello, y ante la imposibilidad de "prever el futuro", ha afirmado, lo que sí se puede es seguir resolviendo los problemas futuros de la manera en la que se ha hecho estos años atrás, "echando mano del consenso mayoritario y de la unidad, que es lo más importante para cualquier país que se aprecie a sí mismo".