La "mosca cojonera" del basurero nuclear en Villar de Cañas

Además de las tijeras en los servicios públicos, la subida de impuestos, el aumento del paro y de la deuda pública, el gobierno del PP de Castilla-La Mancha dejó dos legados envenenados para la región: el memorándum del agua que perpetuaba la muerte segura del río Tajo en favor de los regadíos de Levante y Andalucía, y la construcción de un cementerio nuclear (ATC) en Villar de Cañas, un basurero de todos los restos radioactivos de España en la provincia de Cuenca, que ninguna otra región quería. 

Llegó García-Page al gobierno de la región y se opuso a la creación de este ATC lo que supuso un enorme y sospechoso enfado de los líderes del PP sobre todo de los más cercanos a Cospedal. Entre ellos, nada menos que un ministro de Justicia que había sido nombrado a dedo como diputado cunero por Cuenca, Rafael Catalá. En unas declaraciones públicas, el ministro de Justicia le dijo a García-Page: “Me vas a tener como una mosca cojonera porque no vamos a consentir que se pare (el cementerio nuclear)”. Los insultos al presidente García-Page por intentar parar el proyecto se multiplicaban de manera hasta ese momento inconcebible, tanto que el alcalde de Villar de Cañas, del PP, dijo que Page había “perdido la cabeza porque se ha fumado una alpaca de marihuana”.

Al final, los gobiernos socialistas de García-Page y de Pedro Sánchez han logrado paralizar los dos regalos envenenados de Cospedal anulando de un lado el “memorándum de la vergüenza” que obligaba a derivaciones monstruosas de agua desde la cabecera del Tajo y el carpetazo al proyecto de instalar ese cementerio de basura nuclear en Cuenca.

Quienes están más o menos en el ajo, intuyen ya que sobre esos dos empecinamientos hay motivos tanto electorales como económicos, algo que en la época de plena y demostrada corrupción del PP era normal. Lo más sorprendente es que ahora, con Feijóo y Paco Núñez en el PP nacional y en el de CLM, sigan como las moscas de Catalá presionando para que salga más agua del Tajo y para que se construya el ATC en Cuenca.

García-Page ha dicho que va a enviar una carta a Feijóo para que el PP desista definitivamente de la construcción del cementerio en nuestra tierra después de que el presidente de Enresa, la empresa pública responsable de los residuos radiactivos, José Luis Navarro, haya asegurado que el emplazamiento del cementerio en Villar de Cañas “no era el mejor, puesto que hubiera sido preferible escoger otro emplazamiento cercano a un entorno nuclear, donde la población es más favorable y su tramitación, más fácil… Definir una ubicación de un almacén que tiene que durar un longuísimo plazo sin un consenso mínimo está llamado al fracaso. Esta es mi opinión personal”. 

Igual que parte de la opinión pública, el propio García-Page se ha preguntado qué hay detrás de este empecinamiento del PP en la construcción del ATC en Cuenca. 

Debe tratarse de una imposición de quienes mandan en el PP porque se ha truncado un buen negocio. Como siempre, el líder en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, que tanto critica a Page sigue sin defender los intereses de nuestra tierra apoyando barbaridades como esta o el regalo a Levante del tesoro del agua que CLM también necesita.

elObservadorDCLM