"Las derechas", los impuestos y los calzoncillos debajo del bañador

Hay una moda que encuentro inexplicable y es esa que se han sacado de la manga los jóvenes de ponerse el bañador con los calzoncillos debajo.

Es algo así como el discurso del PP en relación a los bancos y las energéticas, o sea, llevar la contraria. Pertenezco a una generación que defendía las playas nudistas, porque cuanto más natural mejor y resulta que ahora, cuando todo el mundo está deseando quitarse ropa en medio de una ola de calor, hay algunos que se dejan los calzoncillos solo por mostrar la goma con la marca, que a veces es irrisoria, para hacer un poco “el risión” que dicen en esta tierra y de esta manera llamar la atención con el objetivo de conseguir unos votos más en las urnas, llevando la contraria al Gobierno.

Cuando toda España sufre una crisis económica, de la que solo salen airosos los “pudientes” y para equilibrar se propone subir los impuestos a la banca y a las energéticas, con unos beneficios hasta ahora inusitados, las derechas sacan la goma de los calzoncillos para evitar esta subida de impuestos, defendiendo a los suyos, a los que también les asoma la goma de los calzoncillos, como si quisieran que con su queja el Gobierno les subiera los impuestos a los ciudadanos, o lo que es peor, no subírselos a nadie, para terminar haciendo lo que ya sabemos que hacen las derechas: recortar. Cerrar servicios asistenciales y poner el peligro los servicios sociales, la educación o la sanidad.

¿Cuál es la mejor solución? Enseñar la goma de los calzoncillos de “Calcen Bien”, “Marco Paquetti” o los diseñados por afamados futbolistas, que también mueven grandes cantidades de dinero, para distraer la atención, generar  seguridad (a los suyos) y decir en alto que nos sacarán de la crisis sanitaria, social y económica.

Lo cierto es que dejarse los calzoncillos debajo del bañador, dificulta el baño, obstaculiza la natación y genera una humedad extra, que no aporta nada bueno a la zona genital masculina con una proliferación importante de hongos y bacterias, además de una reducción en la calidad del esperma, según los urólogos. Pero todo eso no le importa a “las derechas”, como no les importa que nos quedemos sin servicios sociales, sanitarios o educativos, porque lo importante es que han llamado la atención y tal vez han sido capaces de arañar un par de votos entre aquellos ciudadanos fácilmente estimulables o con dudosa capacidad de raciocinio.

Del coste de tener que estrenar calzoncillos, cada dos por tres al darse de sí con el agua, no diré nada. Ya  sabemos que Ayuso puede pagar lo que no puede pagar ni Madrid ni España: la luz.

P. Moratilla