Rafa Nadal y la teoría de la gravedad cuántica de bucles

Con Rafa Nadal encaja bien la nueva teoría sobre la gravedad cuántica de bucles porque parece que por él no pasa el tiempo. O mejor, que no existe. Hace años, una persona de 36 años estaba para vestir santos y ahora yo mismo, un aficionado, juego al tenis con Joaquín que tiene 88 años. No para de mejorar cada día.

Con 36 años, Rafa Nadal ha ganado su 14 Roland Garros. Ha pasado el tiempo, Rafa ha perdido pelo, pero ha ganado en estrategia, en potencia y en astucia. Un Roland le ha llevado a otro y así sucesivamente hasta sus 22 grandes torneos, lo que no ha sido casual sino causal; en otras palabras, un esfuerzo de titanes que es mucho más rentable para los elegidos. Es verdad que todos los tenistas sufren sus bucles o sus lesiones y la pregunta es: “¿qué es más importante para mí, el tenis o mi lesión? Y así muchos juegan con una cincha que intenta en vano paliar el daño de su codo de tenista o infiltrados en el corazón de la lesión para tratar de hacerse amigo de ella o de ignorarla. La otra opción es pasarse al dobles.

Ahora, un grupo de físicos ha llegado a la conclusión de que el tiempo no existe. No es fácil asimilar esa reflexión mirando los récords o el pie de Rafa, recordando el pasado, planeando el futuro, tratando de sujetar el presente, viendo un álbum de fotos o mirándonos al espejo. Y luego están las estaciones, las mudas, la evolución y la historia. Los físicos Samuel Baron, Kristie Miller y Jonathan Tallant, autores del libro “Out of time” reconocen que se han metido en un gran embrollo ya que “toda nuestra vida se construye en torno al tiempo. Planificamos el futuro, dicen, a la luz de lo que sabemos del pasado. Hacemos que las personas sean moralmente responsables de sus acciones pasadas, con la intención de reprenderlas más adelante… El descubrimiento de que el tiempo no existe parecería detener el mundo entero. No tendríamos ninguna razón para salir de la cama…”.

Para descolocarnos un poco más el cerebro de lo habitual, estos físicos parecen haberse adentrado en la “gravedad cuántica de bucles” para tratar de explicar el universo y han llegado a la conclusión de que el tiempo no existe pero añaden que en su lugar se sitúa la “causación”, es decir no hay tiempo, pero si el sentido en que una cosa puede provocar otra: “Tal vez lo que la física nos está diciendo, entonces, es que la causalidad y no el tiempo es la característica básica de nuestro universo”.

Es más sencillo entender que una cosa lleva a la otra, aunque sobre estos temas no es fácil ni opinar ni sacar conclusiones que siempre serán de legos en la materia cuántica o de una atrevida ignorancia: el domingo lleva al lunes y el segundero sigue avanzando en el reloj de Rafa Nadal que vale un millón de dólares un pastón inimaginable para el resto de los mortales por los que sí que pasa la causalidad y es probable que también el tiempo.

elObservadorDCLM