¿A quien afecta realmente la moratoria de las macrogranjas?

Hay quien opina que la realidad se hizo para deformarla, y eso estaría bien siempre y cuando no intentes convencer a otros de que la realidad es tu propia versión deformada. Ante las mentiras no lo hay como las verdades, y esto es algo que es necesario repetir a algunos políticos, tal vez con excesiva frecuencia.

Castilla-La Mancha se ha visto inmersa en el conflicto de las macrogranjas por coincidir en el tiempo las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, con la moratoria del Gobierno regional, para poner “en orden” los residuos de las granjas de porcino de más de 2.000 cabezas, aunque a juzgar por las declaraciones realizadas por los políticos del PP parece que esta moratoria le afectara a todos los ganaderos de la región, pero no, afecta solamente a los propietarios de las explotaciones ganaderas de porcino en la región, que tengan más de 2.000 cabezas. Un total 227 en toda la región, de las casi 1.300 existentes.

El líder del PP, Francisco Núñez, dice que “rechaza la moratoria a las macrogranjas” y no ha debido analizar seriamente los votos que le reporta esta afirmación, porque en caso contrario habría dicho lo contrario. Como Groucho Marx, “estos son mis principios y si no le gustan tengo otros”.

Núñez dice que su grupo parlamentario “no va a apoyar la moratoria que impide que pueda haber cualquier tipo de inversión ganadera en Castilla-La Mancha” y son muchas las imprecisiones pronunciadas en una frase tan corta.

Que “no va a apoyar la moratoria”, es algo que dice ahora, porque cuando este tema se suscitó en las Cortes Regionales, el líder del PP y su grupo solo se abstuvieron sin presentar ninguna alternativa al respecto. Algo que suele ocurrir cuando se le da poca importancia a un tema. (Claro no contaban con la “polvareda” del ministro Garzón).

Núñez habla de “cualquier tipo de inversión ganadera” y da lugar a la confusión, porque esto no es real ya que la moratoria se aplica solo a las explotaciones de más de 2.000 cabezas de ganado porcino, por lo que no afecta a las explotaciones que tengan un número menor de cerdos, como tampoco afectan a las ganaderías de vacuno, conejos, gallinas…

La moratoria tampoco impide nuevas inversiones, siempre que estas sean de vacas, conejos o gallinas, o siendo de cerdos, sean de menos de 2.000 cabezas. Incluso las de más de 2.000 cabezas podrían autorizarse siempre y cuando tengan sistemas tecnológicos apropiados para el tratamiento la valorización y separación de los purines. Algo que agradecerán enormemente los vecinos que tienen que convivir con este tipo de industrias y que seguro son muchos más que los 227 propietarios de macrogranjas de la región, ya que hay pueblos enteros sufriendo la contaminación de la tierra, los acuíferos y el mal olor en el ambiente, debido a los purines de los cerdos.

Núñez afirma que “nosotros creemos que cumpliendo la legalidad vigente, todo el mundo que quiera invertir en CLM tiene que poder invertir en CLM” y seguramente ese criterio coincide con el del Gobierno regional que además cuida del bienestar de los ciudadanos y por esa razón se establece la moratoria. Porque en tan solo 15 años en número de cabezas de ganado porcino en la región se ha incrementado un 45%. La región necesita ponerse a la altura de los residuos que esta industria genera y por ello necesita estudiar el tratamiento que se les dará. Este es precisamente el objetivo de la moratoria: reordenar el sector de manera rigurosa para evitar que los pequeños pueblos donde hay más cabezas de ganado que de personas comiencen a ser un lugar “al que no ir” por no aguantar el olor y la basura en su entorno.

Por todo si quedaban dudas el presidente de Castilla-La Mancha ha manifestado que “no es una prohibición, sino una pausa procesal”, que durará el tiempo necesario para poder reconducir la legislación vigente hasta ahora, sobre todo en relación a los residuos de estas industrias.

Por todas estas razones el PP debería dejar de hablar de que la moratoria “se ha hecho de espaldas al sector” porque la moratoria es necesaria sobre todo para los vecinos. Otra cosa sería que no se tuviera en cuenta la opinión del sector en la elaboración de la nueva legislación, pero eso es algo que aún no ha ocurrido.

Tampoco puede decir el PP que con esta moratoria se está “criminalizando al sector productivo” porque afortunadamente esta región tiene un sector productivo muy amplio en el que se incluye el turismo, la agricultura y por supuesto en la ganadería en su conjunto. Solo es necesario revisar la ley para esos 227 propietarios de macrogranjas de la región, para evitar que esta actividad dañe al resto de ganaderos, a la agricultura o al turismo, entre otros.

Las películas de ciencia ficción de CS no es necesario contestarlas, puesto que las palabras de la diputada Elena Jaime, sobre macroganjas, Garzón y Gobierno hablan por sí mismas cuando lo define como “un pacto diabólico para sujetar a Sánchez”.

Ahora que se ha aprobado la moratoria y se verá cual es la realidad, sería un buen momento para comprobar que un poco de cordura a algunos políticos no les vendría mal.

P. Moratilla