Partido Popular: ¿Por qué España es tan permisiva con un partido político delictivo y corrupto?

Imaginemos que un Ministro del Interior, que ostenta el mando supremo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, organiza una operación ilegal en la que utiliza a su número dos, el secretario de Estado de Seguridad, comisarios y otros miembros de la policía con el fin de robar y ocultar pruebas a la justicia sobre hechos también ilegales que afectan a su partido político. Supongamos que para llevar a cabo esa operación, utilizan dinero público, fondos reservados que existen y se deben utilizar para la defensa y la seguridad del Estado.

Eso es exactamente lo que ha acreditado la Fiscalía Anticorrupción del Estado Español: el ministro, con Mariano Rajoy como presidente y Cospedal como secretaria general del PP, es Jorge Fernández Díaz quien, según los fiscales, abusó de sus funciones e instó a Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad, a poner en marcha una misión “encaminada a la obtención de información y documentación que pudiera estar en poder de Luis Bárcenas --extesorero del PP-- con el fin de sustraer dicho material de la autoridad judicial en la investigación que se llevaba a cabo en el marco de la pieza separada de los 'Papeles de Bárcenas'. El objetivo era acabar con pruebas incriminatorias contra altos cargos del Partido Popular. También queda acreditado que este ilegal operativo desarrollado logró obtener parte de esa documentación comprometedora.

Entre los actores invitados a esa trama llamada Kitken procesados por el juez, además del ministro y del secretario de Estado, está el ex responsable de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), Eugenio Pino, máximo encargado del mantenimiento del orden y la seguridad ciudadana; los comisarios de policía José Manuel Villarejo, José Luis Olivera, Marcelino Martín Blas, Enrique García Castaño y Andrés Gómez Gordo, ex jefe de seguridad de María Dolores Cospedal. Y, finalmente, los policías Bonifacio Díez y José Ángel Fuentes Gago, y el ex chofer de la familia Bárcenas Sergio Ríos.

El asunto es extremadamente serio, infinitamente más grave que todos los bulos y los montajes políticos que, para tapar hechos como este, haya podido montar la derecha durante los últimos años: extremadamente grave.

Y en ello estamos todos de acuerdo. También en la sospecha de que por encima de los encausados hay otros responsables políticos que eran los realmente interesados en esta operación: robar a Bárcenas documentos que les  afectaban.

El Partido Popular es especialista en montar grandes escándalos por asuntos mucho más banales, insignificantes cuando no falsos que son peccata minuta al lado de esta trama extraordinariamente grave.

Es un misterio que no se de al Partido Popular, a este y a otros hechos como la trama Gürtel el correctivo social y moral que merecerían en un Estado de Derecho como el nuestro. Y mucho más que, encima, se pasen el día ejemplarizando a los demás, dando lecciones de moral y de comportamiento: ¿Por qué España es tan permisiva con un partido político delictivo y corrupto? 

elOsbervadorDCLM